miércoles, 31 de diciembre de 2014

El partido



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Final del 14, centenario de la Gran Guerra, con un “remake” de aquel partido del 72 entre filósofos de los Python: el orden alemán contra el desorden griego.

¡Prefiero la injusticia al desorden! –grita el autor del “Fausto” (más) turbador.

Se nos dice que la ruina de Grecia es la corrupción, pero de Fidias ya se decía que, para embellecer la estatua de Minerva, había robado oro público en connivencia con Pericles (¡el del siglo de Pericles!), que para sacudirse la acusación inició la guerra del Peloponeso, que acabaría con la república.

Ahora, querida, has durado ya tanto como la guerra del Peloponeso –acostumbraban felicitar el cumpleaños los cínicos ingleses de la época de Russell a sus esposas: ellas no sabían cuánto tiempo era aquello, pero temían que fuese más de lo que desearan.

Una losa.

La losa europea, desde Ariovisto, que tan malos ratos dio a César, hasta Merkel, que nos ha cambiado la Constitución (¡la Patria de Pedro de la Preveyéndola!) con un telefonazo de madrugada, es Alemania, con sus protestantismos, sentimentalismos, nacionalismos, krausismos y vitalismos, sin olvidarnos de sus chalés en Jávea o Mallorca, más lo de Guillermo II, primero, y el Cabo Austriaco, después. Y las ortegadas de Ortega y las machadas de Nietzsche.
Franco (reparemos en su estatura) se quejaba a Pemán de que el español de la calle era germanófilo, y Pemán le decía que la germanofilia española no era sino machismo y chulería, y que ser germanófilo era para el español como correr delante de los toros en Pamplona.

Luego llegaron Willy Brandt, que nos trajo a Gonzalón, y Habermas, que nos trae a Pedro de la Preveyéndola, y el Bayern, que se llevó a Pep Guardiola, el apóstol del toque, mientras Merkel, que cada vez recuerda más a la marquesa pagadora (Mary Carrillo) de “Los Santos Inocentes”, tira pellizcos de monja (quiero decir que tira de las sisas) a Putin, que toca el piano.
Ante ustedes (¡ya viene el cortejo!), 2015.

Los muertos y las muertas. Manuel Vázquez



MANUEL VÁZQUEZ
1930-1995

Manolo Vázquez, madrileño de origen hidalgo, que firmaba siempre by Vázquez, fue galeote de la factoría Bruguera, donde creó a Anacleto agente secreto, a las hermanas Gilda, a la abuelita Paz, a Angelito, a Tío Vázquez y a las familias Cebolleta y Churumbel. “Mis lectores son niños, pero hay una idea equivocada de la infancia: los niños son malos, crueles, traviesos, petardistas... Así me gustan, porque yo soy así.” Una vez le buscó a una de las hermanas Gilda un novio que era centauro, pero la censura se lo tachó porque iba desnudo. Francisco Ibáñez se inspiró en Vázquez para crear uno de los personajes de su Rue del Percebe: “Fue uno de los precursores de la ecología, ya que fue de los primeros en tomar contacto con el monte, aunque fuese para huir de todos aquellos a quienes debía dinero.” Murió de ese giro rápido, patético e insensato de la muerte ruanesca del café con leche, la muerte de los que se despiertan y dejan medio tazón sin poderlo terminar con vida.

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Miércoles, 31 de diciembre

Valle de Esteban
Estos días azules y este sol de la infancia

Soneto 2015

Jean Palette

SONETO 2015

Pose de galicano currutaco,
Tedioso esplín y frívolo caletre.
Así era yo, a fuer de petimetre,
Falso Baudelaire, vero hipocondriaco.

Tras dura corná en Annus Horríbilis,
¡Vivo me siento! Conozco mi suerte,
Allá escarba, allá brama la muerte
Inerte. Sortearla, éste es el búsilis.

Jindama siento, la quiero ir burlando
Con majeza: un quiebro y un esguince
¡Parar! Y salir de la suerte andando.

Mas bronco ripio me viene aperreando
¿Donde hallaré la última rima en « ince » ?
No siendo un lince. Feliz Dos Mil Quince.

Jean/Juan Palette Cazajús

Culés


Culés en Barcelona, 1909

Culés en Nueva York, 1932


Culés en Melilla, 2014

La mala vida

Lo que falta Syriza se lo llevó


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Lo suelta, de repente, mi carnicero, que es el vivo retrato de Clapet, el de “Delicatessen”, mientras acomete a un pernil de cerdo con una hachuela de cocina:

España se nos va de las manos.

Y me veo tranquilizando a la cola: a España no la van a romper cuatro horteras, si no han podido con ella monarquías y repúblicas, Napoleón y cuatro guerras civiles, los curas zotes y todos los covachuelistas de universidad.

Otra cosa es la mala vida que nos vayan a dar esos horteras que hacen de la política española lo que los antiguos cronistas llamaban un gabinete de prestidigitador, único sitio donde a nadie admira que de un huevo cocido salgan tres pañuelos de seda, o de la nación más vieja, diecisiete Estados de pega, con su banderín en el coche oficial.

¿Que cómo se hace uno patriota de Murcia, La Rioja o “La Parte León”, como dicen los de la parte de León?

La solución de Pedro Sánchez, el socialista, es el “patriotismo constitucional” de Habermas (ya sé que no es de Habermas, pero tampoco la circunstancia orteguiana es de Ortega, y lo decimos para entendernos), que sólo es el patriotismo de los que sienten vergüenza de su nación. Hasta tal punto no sabe el tal Sánchez lo que dice, que llama al patriotismo constitucional para proponer… el cambio de Constitución.

¿Y por qué se avergüenzan de España? Yo no conozco a nadie que diga: “Si me toca la lotería, marcho a vivir a Alemania”.

A los de Libres e Iguales se les oye decir que la patria de un ciudadano es la Constitución, y habría que ver las caras de los ingleses, que no tienen Constitución, si consiguieran entender la frase.

En la cola de la carnicería no se alza ni una voz por la movida constitucional: aquí sólo están pendientes de que sus pechuguitas de pollo sean las más finas, y Clapet se las pasa con mimo por la piedra.

En cuanto a Syriza, si nunca nos preocupó el brusco ascenso de la civilización en Grecia, ¿por qué iba a preocuparnos su brusca caída?

Expuesto a todo

(Colección Look de Té)

Los muertos y las muertas. Elena Quiroga


ELENA QUIROGA
1921-1995

Elena Quiroga, hija de los condes de San Martín de Quiroga, fue una autora culta en el océano del realismo social. En el frente de Carmen Laforet y Ana María Matute, combatió por cambiar la manera de ver lo femenino. (Está dicho que un sentimental no es más que alguien que tiene sentimientos y que no se toma la molestia de inventar otro modo de expresarlos.) Ganó el Nadal de 1950 con Viento del Norte, con resonancias de aquel “obispo de las letras” que fue doña Emilia Pardo Bazán: “Marcela nació en el Pazo y su madre, soltera y de mala fama, murió poco después de abandonarla. A pesar de su desgracia, sólo la vieja que se hizo cargo de ella la trató con cariño. Los demás en el Pazo la tienen por maldita y no pocas desgracias le son adjudicadas. Hasta que don Álvaro, el amo, pone los ojos en ella.” Fue la segunda mujer, tras de Carmen Conde, en ingresar en la Real Academia. Dedicó su discurso a Álvaro Cunqueiro.

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Martes, 30 de diciembre

Valle de Esteban
¿Quizá quería hacerle creer que era alma en pena de sacristán o farol apagado por el trémulo palo del apagafaroles del alba?
Pombo
Ramón Gómez de Serna

lunes, 29 de diciembre de 2014

Del foxtrot de Hazard a Bernabéu




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Para amenizar la tregua navideña, el Niño Dios, que no hay que confundir con el Niño Torres, nos ha traído el foxtrot de Hazard (¡el trote del zorro de Hazard!) con el Chelsea y unas conversaciones de Marino Gómez Santos con don Santiago Bernabéu editadas por Renacimiento, que no sólo de poesía vive el hombre.

    Cuando uno se sienta para ver al Chelsea es como si se sentara para ver a Hazard y su glamour foxtrotero de los años 30: viéndolo tumbar a centrales del West Ham como si fueran bolos el cuerpo te pide un piano de Harlem. ¿Qué pinta, de pronto, en esa atmósfera, Courtois?
    
Courtois es uno de aquellos muñecos hinchables (Air Dancers) que en una época alegraron los estadios: no decían palabrotas y sólo necesitaban de un soplador, como las gradas de animación que se imponen hoy en el fútbol.

    Courtois es ese tío invertebrado (¡el Aeróvoro del Tiránido!) que está en la portería vestido de colores y que cuando llega un delantero se infla y le birla el balón.

    No es Neuer, aunque me parece todavía mejor que Neuer, y más ahora, que tengo la sospecha de que el fútbol me gusta aún menos que a Bernabéu.
    
¿Reza usted, don Santiago? –pregunta Gómez Santos a Bernabéu.

    –No, estudio ruso.
    
(Porque el Madrid viajaba a Moscú).
    
Bernabéu, que contaba las horas por los puros (guardaba las colillas para fumarlas en la barca), era cubano por su madre, cubana de Camagüey, hija de cubano de Manzanmillo, así que el destino de Bernabéu, de no haber muerto su madre, era Cuba, y ahora, en vez de Real Madrid, tendríamos Realísima Habana, porque Bernabéu era fundamentalmente un pesado.

    –¡Qué pesado eres! –le dijo siempre su madre– ¡Pero qué pesado!
    
En la Universidad se hablaba de toros y de fútbol al mismo tiempo, pero jugar al fútbol estaba culturalmente muy mal visto (sólo se declaraba aficionado Arniches), y Bernabéu se hizo belmontista porque en los billares vio a Belmonte jugar con el maestro Serrano (zarzuelero de “La reina mora”) y el sátiro Luis de Tapia.
    
La gran vocación de Bernabéu, que comenzó a estudiar piano varias veces,  es la música, y luego la lectura, y luego el pensamiento, o al revés.

    –Porque me da la impresión de que quien lee demasiado o escribe demasiado no tiene tiempo para pensar. ¡Vamos, que no tiene ideas propias!
    
Bernabéu tenía su barra de aperitivo en “Loto”, en la calle de Serrano, cuyo dueño era un asturiano de Cangas de Narcea que tenía un caballo.
    
Bernabéu vivía en la calle de Jericó, , y en el hall, dentro de una urna, tenía una liebre blanca. Con 75 años, se levantaba a las seis y media de la mañana para estudiar idiomas.
    
Vio su primer partido en el hipódromo de la Castellana. “Estos son portugueses, de Lisboa”, le dijo su padre. “Y estos son de Madrid”.

    –A la gente no le cabe en la cabeza que yo jugase 16 temporadas en el Madrid completamente gratis.
    
Estamos en 1960. El Madrid, campeón del mundo, y la mitad del público, silbando y dando palmas de tango. El futbolista, dice Bernabéu, es un niño. “Entre ellos existen los mismos celos y las mismas envidias que en el colegio.”
    
Nosotros hemos perdido mucho tiempo. Yo podría ser abogado del Estado, porque muchos más tontos que yo lo son.


LO QUE VALE TORRES
    Comprarlos por lo que valen y venderlos por lo que ellos creen que valen: he ahí el secreto comercial con los futbolistas (Valdanos) argentinos. Apoderado por Petón, Fernando Torres es nuestro futbolista más argentino. Su carrera es impresionante en prestigio (“presto digiti”), siendo más prestidigitador Petón en los despachos que Torres en el campo: Atlético de Madrid, Liverpool, Chelsea, Milán… y Atlético de Madrid. El piperío madridista llegó a tomarle cariño porque era incapaz de hacerle un gol a Casillas, cuando el pipero se proyectaba en Casillas y sentía los goles como San Sebastián las saetas. ¿Cuánto vale el Niño? Tenemos el aforismo de Jardiel: “Un ser de tres años es un niño, un niño de treinta años es un loco.”


 Don Santiago Bernabéu en "La Saeat Rubia"

Ahora que a Rato no se le ponen al teléfono



“Asegura que nadie le coge el teléfono, que gente que antes le llamaba a él ahora no se le pone"

Los muertos y las muertas. Gabriela Ortega


GABRIELA ORTEGA
1915-1995

Gabriela Ortega, hija de Enrique Ortega, El Cuco, y de Gabriela Gómez Ortega, hermana de Joselito, nació un 15 de Agosto en la Casa de sus tíos los toreros Rafael el Divino, Fernando el Teórico y Joselito el Gallo. Hermana de Rafael Ortega, Gallito, y de José Ortega, Gallito Chico. Sobrina política de Ignacio Sánchez-Mejías, esposo de Dolores Gómez, hermana de su madre. Prima de Manolo Caracol. Bailaoras Ortega: Rita, Rosario y Carlota, hijas de José Ortega, El Águila. Tuvo, pues, Gabriela el genio para unir el compás de los bailes flamencos a los poemas –especialmente a los poemas de resonancias taurinas–, consiguiendo ventear un aire jondo que no ha podido imitar nadie. El arte de Gabriela Ortega es singular, dijo Gerardo Diego, que impuso a Gabriela la Medalla de Oro en el Arte de la Interpretación en presencia de Foxá, de Marañón y de Mingote. Murió en la miseria.

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Lunes, 29 de diciembre

Valle de Esteban
En la ardiente oscuridad

domingo, 28 de diciembre de 2014

El Juli y El Cordobés, contratados para la Corrida Pleistocena con uros de Atapuerca


Según informaciones a las que ha tenido acceso este Diario, están muy avanzadas las negociaciones para que en  las fiestas patronales del año próximo pueda darse en el coso de El Plantío una «Corrida Pleistocena», al igual que la Corrida Goyesca de Ronda. Se trataría de una iniciativa personal del propio Alcalde, Javier Lacalle, consensuada con la Fundación Atapuerca y con el Museo de la Evolución Humana, que aportarían el ganado, unos uros de saca de los que actualmente dichas instituciones mantienen en las proximidades de Salgüero de Juarros. Se pretende que una primerísima figura del toreo tenga la oportunidad de participar en esta histórica corrida. Entre los nombres que se dan por fijos están el de Manuel Díaz «El Cordobés», tan especialmente vinculado a la ciudad de Burgos, y Julián López «El Juli», deseoso de hacer gestos de cara a la afición en esta temporada en que estrena apoderamiento.

Los muertos y las muertas. Irene Gutiérrez Caba


IRENE GUTIÉRREZ CABA
1930-1995

Irene Gutiérrez Caba se fue con la reputación intachable de gran dama de la escena española, donde consiguió su primer éxito absoluto en 1963, como actriz principal en la comedia Los derechos del hombre, de Alfonso Paso. Dijo una vez: “Lloro cuando termino una obra y tiemblo cuando voy a estrenar la siguiente.” La crítica alabó siempre su realismo, su sencillez, su naturalidad y su sensibilidad. López Sancho aclaró: “El naturalismo mal entendido de estos años más cercanos ha degradado no poco el arte de la interpretación teatral. Se toma el descuido, la insuficiencia en la dicción, el descuido en la actitud, frecuentemente por naturalidad. Irene jamás se equivocó. Ella siempre vio muy claro que en el teatro la naturalidad no es lo mismo que la naturaleza. Sabía muy bien la gran diferencia que existe entre la acción y la representación.”

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Domingo, 28 de diciembre

Valle de Esteban

El color de la inocencia

"Y la gracia de Dios estaba con él"

DOMINGO, 28 DE DICIEMBRE

Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor.
También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:“Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has  prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel”. Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: “Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos”. Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.

Lucas 2,22-40

sábado, 27 de diciembre de 2014

Propósitos

Edward Coke


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Karl Kraus, que tenía muy bien calados a los periodistas, presumía de no hablar con gentes que emplearan la expresión “efectivamente”.

Yo, para el año 15, tengo hecho el propósito de dejar de hablar con gentes que empleen la expresión “Estado de Derecho”. O “centralidad”. O “gobernanza”.

“Centralidad” es un puto “drógulus”, algo que no existe.

“Gobernanza”, o gobierno de la gobernanta (todos pensamos en la gobernanta de Rebeca), es una importación de Felipe González, que en su afán de fineza se la tomó (como hiciera con el “por consiguiente” de Javier Pradera) de Strauss-Kahn, el félido sensual que en sus ratos libres nos vendía su Estrategia de Regulación Global, o sea, la “gobernanza”.

Y “Estado de Derecho” es la horma socialdemócrata para nuestro zapato liberal.
En países con zapatos nuevos, “Estado de Derecho” es que un juez impute a un miembro de la realeza con el argumento de que “Hacienda somos todos” (aquí se echa de menos un “Porque yo no soy tonto”), y que la ruidajera mediática haga del juez Castro otro juez Coke, el juez que refutó a Jacobo I: se presentó el rey como protector del Derecho, y el juez le hizo ver que era el Derecho lo que protegía al rey.
La justicia por refranes o eslóganes publicitarios se acerca mucho a la idea de lo popular que, también para la justicia, anuncian los nuevos tiempos.

El juez Castro podría justificar su campechanía como el célebre Juan de Valdés: “Escribo como hablo, con cuidado de usar de vocablos que signifiquen bien lo que quiero decir, y dígolo cuanto más llanamente me es posible, porque en ninguna lengua está bien la afectación.” Sólo que, como le contestó Alfonso Reyes, nadie habló nunca como Juan de Valdés escribe.
Reyes nos hizo ver que la noción de la prosa como función literaria distinta del coloquio requiere de un descubrimiento, que en nuestra cultura lo debemos a Gorgias y a los primeros retóricos sicilianos. Que para eso la gente estudiaba antes una carrera.

Nuñez vuelve a casa por Navidad. "Quicir", la Justicia


Núñez y su hijo llevaban tan solo cinco semanas internados en la prisión de Quatre Camins cuando obtuvieron el tercer grado “exprés” en Nochebuena. La concesión sorprendió en sectores penitenciarios debido a que otros presos han necesitado pasar mucho más tiempo (un tercio de su condena) para que se les conceda este régimen de semi-libertad. Esta decisión de la Dirección General de Servicios Penitenciarios causó gran revuelo entre el resto de los reclusos de la prisión, que decidieron amotinarse para protestar por ese privilegio.

Los muertos y las muertas. Francisco Grande Covián


FRANCISCO GRANDE COVIÁN
1908-1995

Francisco Grande Covián, asturiano de Colunga, fue el primero y grande especialista español en nutrición y dietética, lo cual, en el país de la literatura picaresca, tiene todo el encanto de la justicia poética. Pasó por la Residencia de Estudiantes en la edad de oro de la institución, donde trabajó con Severo Ochoa y a las órdenes del político Negrín. Entre 1953 y 1974 trabajó en los Estados Unidos, donde dirigió los estudios sobre nutrición para el ejército norteamericano. De vuelta a España, dedicó su elocuente vejez a derribar todos los falsos mitos en el campo alimentario. Predicó la buena nueva de la dieta suficiente y variada. Su estilo, agudo y castizo, mitad anglosajón y mitad asturiano, fue un anticipo elegante del personaje que a través de la TV ha popularizado la serie House: recogió colillas por las calles de Madrid para sintetizar el ácido nicotínico que lo llevó a descubrir la curación de la pelagra.

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Sábado, 27 de diciembre

Valle de Esteban

Navidad con ciprés

viernes, 26 de diciembre de 2014

Lo viejo y lo nuevo


Lo viejo... / ...y lo nuevo

José Ramón Márquez

El rincón




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Esperando al Mensaje real me acordaba de las nochebuenas del falso Pirandello en la tertulia de Gómez de la Serna en Pombo.

¿Qué tal su Nochebuena, Pirandello?

Neroniana.

Eso era que sólo le había faltado ver el incendio de Roma para reventar de felicidad. “¡Noche opípara!”, remataba (como un auténtico Muñoz Molina) el falso Pirandello, cuya mejor Nochebuena, sin embargo, fue con sus padres en la serranía de Córdoba:
Al atardecer se cerraron las puertas de casa, y allí todos a beber de un gran pellejo, a comer avellanas de un gran saco y a tocar los cencerros de que habíamos desnudado a las vacas
Y sonó la hora del Mensaje. El primero de Felipe VI, que, al menos, no apareció asomando por una puerta, como han puesto de moda en la TV los nuevos maratianos de la coleta.

Lo más extraño del Mensaje, bien leído y con todos los fruncidos de la seriedad en la cara, fue el rincón.

En “Los domingos de ABC” había una sección, “Mi rincón”, en la que salían los famosos posando en su rincón favorito con cara de estar tomando bicarbonato, que es la idea que tiene el español de la solemnidad. No recuerdo un rincón más humilde que el escogido por el Rey para su Mensaje. ¿Era el Palacio o un NH?

Con una flor de pascua en el lugar de la bandera (una idea para el Bernabéu), el Mensaje fue un sentido homenaje a una sociedad sumida en un ensueño adolescente del que no quiere despertar, y daba la sensación de que en cualquier momento podía llegar la inspectora de hoteles Alex Polizzi (“Una Navidad perfecta con A. P.”) a “modernizar” la decoración.

Pero todo el morbo cuñadísimo estaba en lo de la Infanta.

¿Qué ha dicho de la Infanta? –preguntaban, de repente, todos los cuñados de España.

¿Qué puede decir nadie de la Infanta, una vez que un juez sanchista (procedencia abogadil) recibe en agasajo flores de pascua por procesarla con el chascarrillo “Hacienda somos todos” que tanta gracia hace a los “montagnards”?

En esto, llamaron a cenar.

Sueños talegueros. El invierno en Lisboa



Que desearía la conducción para Portugal (Lisboa), ya que estoy solo y en Lisboa tengo a mi novia que se llama María. Vivíamos los dos juntos en San Isiodro (Logroño). Mi madre Fátima también está en Liosboa. Muchas gracias.

Los muertos y las muertas. Emilio García Gómez


EMILIO GARCÍA GÓMEZ
1905-1995

Emilio García Gómez, el arabista por excelencia, murió mientras conversaba telefónicamente con un redactor de ABC. Un día acompañó a su gran amigo Lorca a la estación de Atocha, una vez que el poeta, para escapar de la guerra, decidió marchar a Granada, donde hallaría la muerte. Su personaje predilecto era Abadalá, el rey moro de Granada expulsado por los almorávides. Fue el íntimo amigo de Ortega y Gasset: “Todos los veranos, hasta el último de mi padre –recordaba Miguel Ortega Spottorno–, los pasaban juntos en el precioso balneario fernandino de Panticosa. El último verano, quedamos unos días en Burgos. Los llevé a la Cartuja de Miraflores y a San Pedro de Cardeña, ese día espléndido. Los dejé sentados, y yo me di un pequeño paseo con la escopeta del veinte de mi padre. Levanté en unos regueros bastantes codornices y les llevé casi una docena que nos comimos luego en el hotel.”

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Viernes, 26 de diciembre

Valle de Esteban

Bendita sea tu casa
y'l arbañí que la jiso;
que por dentro'stá la gloria
y por fuera'r paraíso.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Navidad en el Trópico

Avenida de los Toreros
Esta tarde

Cena de Nochebuena


El aviso

El invitado

 Cangrejo real, extraído de una nasa de Pesca radical
en el mar de Bering

La oca primigenia

Luz



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. Entonces dijo Dios: “Hágase la luz”. Y la luz se hizo.

“¡Tinieblas luminosas!”, la Tercera, ayer, de Javier Gomá sobre el “Deus absconditus”.
La socialdemocracia ha reducido el prestigio de la luz a la subida del recibo de las eléctricas, y todo lo demás es apagón, tomando el rábano de don Eugenio d’Ors por las hojas.

(Cada mañana D’Ors escribía su glosa abecedaria y se la leía a su secretaria, preguntándole: “¿Está clara?” “Clarísima”. Don Eugenio volvía a sentarse a su mesa: “Oscurezcámosla”.)
La forma socialdemócrata de oscurecer la vida es decir “Estepaís” por España y “antes/después de nuestra Era” por “antes/después de Cristo”. ¿Qué país? ¿Qué era?

¡Y a esto, Dios mío, se le llama por los cafés haber triunfado! –exclamará Ruano en su momento luminoso–. Si le quedara a uno risa, darían ganas de reír.
(“Veinte, treinta años de batalla diaria, de trabajo sólo atenuado por el trabajo de una falsa disipación, para llegar a esto: a tener frío junto a la chimenea, a tener que escribir sin ganas, seco, con los nervios de punta, un artículo para que la criada lo lleve, y traiga rápidamente el dinero que se está esperando.”)

Bergamín acertó a ver el motivo de la incredulidad socialdemócrata (este “ateísmo práctico” de los españoles, del que ya hacía burleta Menéndez Pelayo) al miedo a la luz –a esta intensísima luz de España– que quema los ojos, y el pensamiento, de verdad, de su verdad.

Bibliotecas enteras de filosofía moral no han ejercido sobre el progreso humano influencia mayor para hacer que se respete a todo hombre, por humilde que sea; a toda mujer, a todo niño, que esta sencilla escena del pesebre representada de nuevo cada año en toda la Cristiandad –explicaba Madariaga por radio a la Alemania recién salida del nazismo que en los años más oscuros “de nuestra Era” proscribió… belenes y crucifijos.

Los muertos y las muertas. Lola Flores


LOLA FLORES
1923-1995

Lola Flores, el “Cristo de Velázquez cabreado”, se llamaba Dolores Flores Ruiz y “no la sabría pintar ni el que inventó lo moreno”. No era el suyo un perfil apacible, decía Pemán, que le escribió: “Torbellino de colores, / no hay en el mundo una flor / que el viento mueva mejor / que se mueve Lola Flores.” A Ruano le hizo las mejores confidencias: “No se puede hacer nada sin estar enamorada”, “Que te vengas a comer, y a merendar, y a cenar y a dormir. Ya sabes lo ‘muchísimo’ que te quiero”, “Desde niña fui muy fantástica. Quería llamarme Carmela y cantar y bailar en un teatro muy grande con el cuerpo todo bordado con perlas muy pequeñas”, “A mí no me importa el dinero y me gustan los novios sin dinero”, “En esta foto que tengo la boca abierta estoy muy bien y se me ve hasta la campanilla”... Y quien quiera reparar en la magnífica visión de todas las cosas visibles, que guiñe un ojo.

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)

Jueves, 25 de diciembre

Valle de Esteban

Toca, zambombita
toca y te daré
un vaso de vino
y otro de café.
Villancico

miércoles, 24 de diciembre de 2014

La familia



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

La crisis nos ha devuelto a la familia y al cocido.

Vendrá a mi casa… Le convido a un cocido en familia… –dijo a don Eugenio d’Ors, que bajaba del tren en Zaragoza, el amigo maño que lo esperaba al pie del vagón.

Las dos cosas que más molestan: la familia y el cocido –refunfuñó el filósofo del “ángel”, que luego, en Madrid, se vengó del amigo maño con un “Véngase a mi hotel… Almorzaremos con espárragos e ideas generales”.

Acomodada al sentimentalismo falso de la sociedad, que eso es la socialdemocracia, la gente no soporta el sentimentalismo verdadero de la Navidad. Nada queda socialmente más elegante en estas fechas que odiar al espíritu familiar de la Nochebuena, que es un espíritu decimonónico (paz, recogimiento y humildad), puesto en marcha por Charles de Foucauld, el místico que dijo:

Sólo somos pobres para los ricos.
No sé por qué en noches así hay que ver tristeza en cantar villancicos de Joe Cocker alrededor de una oca en la mesa patriarcal, cuando la alternativa más avanzada consiste en karaokear ripios de Sabina alrededor del piano del Tonidós (y pasadas las tres de la mañana), pesadilla sugerida por Rosa Belmonte, que da sopas con honda al Borges de “Siete Noches”.
La corrupción podrá acabar con el Régimen, pero no con la familia.

Cuando los Pujol hicieron pública la herencia del “avi Florenci”, en seguida Felipe González aclaró que ahí no había corrupción, sino “una operación de cobertura hacia los que ‘el molt honorable’ tiene debajo”, es decir, los chiquillos. Y quien defiende a los chiquillos, defiende a los hermanos (Guerra o Tania), a los cuñados (Mas), a los suegros (Vera) o a los abuelos (Villa).
El partido es como mi familia, y yo por mi familia mato –le dijo una vez al abogado Moeckel un cargo andaluz.

Andalucía, como ya lo vio Pemán, conserva el tesoro de la jerarquía: el señor, el capataz, el yegüero, el zagal. ¿Cómo sustituir esto con las sanchadas del juez Castro y su “Hacienda somos todos”?

Sueños talegueros. "De hombre a mujer: soy el único judío"


Señora asistenta social. Me gustaría tener una charla de hombre a mujer y de persona a persona, ya que yo soy el único judío que hay en la prisión de (...) me gustaría saber si es porque hay todabia la maldición que nos echó Dios, nuestro Dios y el único Dios del mundo, pues yo soy de la tierra elegida y aunque suframos en la tierra tendremos el paraíso algún día, para todos los arrepentidos de corazón y particularmente los judíos, ya que hemos aguantado insultos fuertes. Ahora es cuando empezamos a vengarno. Vea la televisión. Gracias

The Rendezvous

Heywood Hardy
The Rendezvous

Una Navidad con Hughes

Comida de Navidad en De la Riva

Los muertos y las muertas. Ginger Rogers


GINGER ROGERS
1911-1995

Ginger Rogers (Virginia Catherine McMath, nacida en Independence, Missouri, Estados Unidos) fue una artista con madre hasta que ganó un concurso de charlestón y pudo ponerle ritmo a la Depresión. Entonces apareció Fred Astaire (Ginger y Fred) y el formidable bailón La carioca en Volando a Río. Tuvo seis maridos y trabajó con galanes como Cary Grant, Dan Dailey y David Niven. Su separación artística de Fred Astaire fue una muestra más de su cansancio de la rutina: hizo cine en solitario, y lo mejor de ese cine fue una comedia que se llamó Damas del teatro. Y hasta gozó de su cuarto de hora de inmortalidad académica cuando en 1940 Hollywood la distinguió con un Oscar por su papel en Espejismo de amor, de Sam Wood. A los cincuenta y cinco años decidió retirarse –retirarse a tiempo–, sentándose cada tarde a ver a la vida pasar en un porche de su rancho de Oregón.

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)