¿A qué sabe Wert?
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
El catalanismo cultural, que es un taburete de tres patas (Durán, Messi y Tito Vilanova), se quiere comer a Wert, por mourinhista, por ministro y por toro bravo.
¿A qué sabrá Wert?
Durán, el tipo que se parapetaba en los antidisturbios para sacarles el dedito a los ultrasur en la final de Valencia, cree que Wert sabe a Franco “porque ataca al catalán”, pero eso es porque Durán no ha visto a Salomé, la Messi del 63, cantar “Se’n va anar” en la TV de Franco.
Y el caso es que estamos hablando de canibalismo.
Porque canibalismo no es sólo mamar de teta de mujer, como tiene dicho Griñán, el presidente de los andaluces.
De hecho, canibalismo constituiría incluso lo del camarada Torrijos, el de las mariscadas, que sería “antropófago de segundo grado”, en definición de Octave Mirabeau, por la cantidad de náufragos que al decir del periodista francés son engullidos por langostas, nécoras y carabineros.
¿Qué diría Durán si, en aquella gala del 63, Salomé hubiera sido atacada como lo fue la cubana Blanquita Amaro por un devoto que, encandilado por la actuación de la vedette, atravesó a gatas la multitud que la rodeaba “y le mordió, desesperadamente, un muslo”?
Y, sin embargo, algo así quieren hacer los catalanistas con Wert, cuyo discurso de posibilitar a los españoles estudiar en español en España desata en ellos los peores apetitos.
Dirán que Messi estudió en catalán y ahí está, pero cuando en Suráfrica le preguntaron por su insecto favorito contestó que el mono.
Por cierto, que a Montaigne, ídolo de Pla, se le hacía la boca agua con los poemas de los caníbales brasileños, y no estoy sugiriendo ningún fichaje, sino aproximándome al sabor de Wert, que ya lo estoy oliendo, pero desgraciadamente aquí se me acaba el folio.