martes, 12 de junio de 2012

Entrantes de fútbol

Undiano, mejor que Velasco 

Francisco Javier Gómez Izquierdo

Cada vez que empieza un Mundial o una Eurocopa tengo la mala costumbre de improvisar una especie de retiro espiritual, en el que repaso jugadores, entrenadores, tácticas y tonterías varias, como si la Eurocopa o el Mundial fueran una exaltación del fútbol, sin querer caer en la cuenta de que en estas dos fiestas mayores sobra miedo y falta calidad futbolística.

     Alguien debía proponer jugar Mundial y Eurocopa en marzo, el mejor mes de los futbolistas, para que en verdad estas dos Competiciones no tuvieran igual, pero la Championlí es mucha Championlí, y no hay quien pueda con ella.

      ¿Por qué enganchan tanto Eurocopa y Mundial? Por la emoción. Todos los partidos son  decisivos y ganar borra una baraja de coces, un gol de suerte disuelve noventa minutos de sufrimiento y nunca se reconocerá un favorecedor error arbitral, mientras que se magnificará hasta elevarlo a categoría de atraco una decisión en contra nuestra.

     La presente Eurocopa empezó con un soporífero Polonia-Grecia del que nos despertaba Velasco Carballo con arrebatos de déspota ciego en continua persecución de unos argonautas para los que no está el vellocino de oro. Este colegiado madrileño que ha alcanzado prestigio inmerecido -Undiano y Borbalán son los mejores españoles- ridiculizó el arbitraje con esa afición tan del país de imaginar lo que no vemos. Sánchez Arminio no debe proponer para árbitro internacional a alguien que no puede pitar un Madrid- Barça. Del partido me quedo con el rato de Fortounis y la casta de Salpingidis. ¿Y Lewandowsky? Menos de lo que cuentan. 

    El entrenador de Chequia jugó en el Betis y da la sensación de que  el “cashondeo” sevillano se lo ha pasado a su defensa. Hasta Cech parece que se lo toma a broma.  Milan Baros es un Raúl checo, al que no hay entrenador capaz de sentarlo en el banquillo. Solo me gustó Pilar, que es un mozo bajito y zurdo que lleva el 14. Los rusos, bien como siempre.  DzagoevArshavin, Shirokov y Zyryanov -más importante éste que los otros tres-, son centrocampistas de manual, y si mantienen la disciplina ganan a cualquiera, pero ¡ay! la defensa... La defensa carece de picardía y como toro noblote acude a cualquier provocación.

     Holanda sólo tiene delanteros a los que nadie pasa el balón. Maradona pedía buscar a Messi y que éste se la jugara. El Messi de Van Maarwijk  es Robben. Incomprensiblemente, Van Bommel y De Jong son titulares. Dinamarca tiene un equipito descansado y una afición con la que da gusto alternar.  Caerá, pero no me sorprendería que tarde. Eriksen está tan inflado como Lewandosky. Sigo quedándome con ese valor seguro llamado Rommendahl y con el sorprendente Zimling.

    Alemanes y portugueses jugaron cansados un partido infumable. Khedira, que es mejor futbolista de lo que nos quieren hacer creer, fue el más generoso en uno de esos típicos y tácticos primeros encuentros de torneo. Tan típico, que ganó Alemania. Paulo Bento debe tomarse muy en serio a Dinamarca. Dinamarca tiene costumbres perdedoras, pero puede ganar a cualquiera y a mi me parece de las selecciones mas frescas y descansadas.

      El España- Italia ha sido el mejor partido del torneo, por mucho que lamentemos la ocurrencia de nuestro entrenador de privarnos de delantero centro. Del Bosque tiene que olvidarse de copiar a Guardiola y seguir la senda de Luis Aragonés. El Barça puede jugar sin hombre punta porque Guardiola tiene a Messi, Alexis y Pedro. La selección, no. Y lo de sacar a Navas a centrar antes que pueda rematar Torres también es reprochable, pero  tampoco Prandelli sacó a Di Natale en un duelo que olió a empate desde el principio. Como el Francia-Inglaterra de ahora mismo. La segunda parte es un pacto de no agresión en el que Benzema ensaya desde lejos a la espera de mejor función. Inglaterra ya juega a la inglesa y marca goles de frentazos. Francia intenta  olvidar al nefasto Domenech, pero parece llegar sin gasolina. 

      No vi a Croacia contra Irlanda porque me ocupó un Córdoba obligado a marcar un gol por lo menos, hazaña ésta para la que no tenemos especialistas. Supongo que ascenderá el Valladolid, pero sería cosa de risa que lo hiciera el Alcorcón con un gol de Oriol Riera, delantero centro que llegó a Córdoba presumiendo de debutar en el Barça el mismo día que Messi ante el Oporto de Mourinho y al que despedimos poco antes de comenzar la temporada sin casi decirle adiós.

        Quedo a la espera del Suecia-Ucrania.

López Silva, el Iniesta del Córdoba, llorando la derrota