domingo, 23 de noviembre de 2025

Bicicletas


Dionisio Ridruejo


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


A ver, si la abuela tuviera ruedas, ¿qué sería? Una bicicleta. Y en una bicicleta consiste el nuevo programa político del centro. Gallardón quiere que los madrileños vayan a la Universidad en bicicleta, y la idea ha sido abrazada con enorme entusiasmo por Carlos Berzosa, rector de la Complutense, que viene a ser el Alvarito Palmares de nuestro republicanismo bizcochón. Palmares, héroe de la novela “De Madrid a Oviedo pasando por las Azores”, era aviador y daba sus vivas de puñito en alto a su República desde el aire. Berzosa, que debe de ser ciclista, dará sus vivas de puñito en alto a la República de Alvarito Palmares desde el asfalto, haciendo caballitos con su bici. ¡Si hubiéramos sabido que el centro era ir al bar de Periodismo en bicicleta! La idea, en cualquier caso, no es de ahora. Cuando Ridruejo fue a ver a Franco con la idea de camelarlo y dar sindicatos a los obreros, la contestación del general fue que lo que los obreros necesitaban no eran sindicatos, sino bicicletas para ir al tajo sin calarse los pies. Cincuenta años después, Gallardón y Berzosa se disponen a hacer realidad el sueño franquista del ciclismo, un “ismo” que, al parecer, gusta a Rajoy, que es espectador, no de cuneta, sino de televisor, donde se sirve a la hora de la siesta. Menudo plan: tripa ahíta, sofá, puro, el “Marca”, y por encima de las gafas, el frenético pedaleo, “polvo, sudor y hierro”, de los limaquillos hispánicos (Indurain, igual que un Cervantes o un Julio César, fue una excepción) subiendo el Tourmalet. Hombre, Madrid es una ciudad bien jodida para ir en bicicleta. Todas sus calles son toboganes, repechos y cotas puntuables para el gran premio de la montaña. Supongo que Berzosa y Gallardón habrán concluido que, ya que a nuestros estudiantes no les es dado desarrollar la cabeza, que al menos les sea dado desarrollar las piernas. Además, el proyecto será una pasta, que siempre le vendrá bien al centrismo, que se propone hacer en ocho años seiscientos kilómetros de carril-bici. Tirados hacia Barcelona, seiscientos kilómetros dan para ver a Alicia Moreno y a Mario Gas yendo y viniendo en bici por sus cómicos y comicantas de las Ramblas, con el ahorro que eso supone.