lunes, 6 de octubre de 2025

El par de Aragón

Camacho. 12 años de jugador en el Huesca


Zaragoza de hace 50 años con cinco sudamericanos: Nieves, Rico, Ovejero, (1) Violeta, Planas y Soto (2)


Francisco Javier Gómez Izquierdo

       

           Disputadas las primeras ocho jornadas, se puede decir con rotundidad que la calidad en Segunda decrece al mismo ritmo que en la Primera, y ver hoy a la Real Sociedad, Osasuna, Gerona, Valencia, Oviedo (ascendió gracias al portero Aarón)... no satisface más que un Lugo de Quique Setién contra el Alcorcón de Bordalás de hace diez años en Segunda. Dicen los buenos pintores que antes de empezar a pintar hay que saber dibujar y en Segunda hay muchas ínfulas entre ciertos peloteros expertos en el pase corto y pseudoatletas del medio fondo que se pasan noventa minutos arando el campo para que la pelota se atasque y haya choques, parones, patadones sin sentido. Un tanto por ciento elevado no parece tener la mínima técnica exigible entre profesionales y así ver dar pases largos a la grada y rebotes en las tibias al intentar parar un balón...¡incluso entre jugadores brasileños!, desmoraliza y te hace pensar muy seriamente en quitarte de la droga.


       El Huesca y el Burgos están arriba de la clasificación. El encuentro del sábado fue como comer macarrones con tomate en la mili. El Burgos, como siempre, a defender el 0-0. Amarrategui recalcitrante. El Huesca, club con tradiciones, al que gusta tener capitanes con trienios -recuerden aquel Camacho que estuvo doce años seguidos- se sostiene, ya va para el octavo año, en el sensacional oficio de Jorge Pulido, del que tenemos puestas varias reseñas, y a cuya cabeza van dirigidos todos los saques de esquina, varios de ellos tienen como consecuencia el gol. Ahora, y con buen criterio el Huesca se ha traído del Valencia, huerta propicia para laterales zurdos, un tal Rodrigo Abajas "Ro" que saca de banda como si sacara un córner y ¡cómo no! balón hacia Pulido que prolonga para el 1-0 de Dani Luna, un medio de Colombia que el Mallorca ha cedido ya tres veces: al Mirandés, Cartagena y este 25 al Huesca. Empató el Burgos con uno de los pocos penaltis que aún quedan del fútbol de ayer. En el fútbol de hoy se considera penalty lo que no llega a personal del baloncesto. Como el Huesca suele resolver los partidos pasados los noventa minutos -contra el Málaga en el 94', contra el Éibar en el 95-, pues gol tontiloco en el 94 de un tal Ntamack, del que sólo sé que viene cedido por el Lokeren belga. Total, el Huesca a tres puntos de los líderes, que son Deportivo y Rácing con 16, a los que se les unirá el Almería, supongo, que aún anda noveno en los 12 puntos como el Burgos séptimo con los mismos.

 

    El Zaragoza-Córdoba -curiosa la coincidencia aragonesa de mis dos equipos- se jugó a las dos y ahí tocó ración doble de macarrones con tomate. Partido de peones torpes, de un fútbol escolar de cuando nuestro bachiller elemental en el recreo todo era patada hacia adelante al curtis que se hacía en Pamplona, Cauchos y PLásticos de Navarra "CAPLAN", ¡¡Qué partido, Dios mío!! ¡¡Quién ha visto al Zaragoza y cómo se ve!!. Personalmente veo que desciende. No se puede explicar el juego del equipo de Gabi Fernández, aquel medio que tanto veneraron en La Romareda y el Calderón. Los jugadores maños deambularon amontonados, imprecisos,  faltos de técnica. Junto al Sanse de la semana pasada, me parecen los peores equipos hasta ahora, porque el Córdoba... no se puede decir que juegue mal. Hay una estadística que dice que es el equipo que más posesión de valor tiene en la categoría. ¡Líbrenos Dios de creer tontería tan peligrosa! El Córdoba juega con riesgos innecesarios, presumiendo de equilibrios en un alambre sin red y así nos va. Se ganó uno a cero. El gol se lo colaron al sacar un córner Dalisson (mi jugador favorito) en propia puerta entre Saydou, un negrito trotador, y el portero Andrade, un argentino que dicen que estuvo en la selección y al que han traído del Monterrey mexicano, en traspasos llamativos que a uno le llevan a recordar los tiempos de los zaragüayos reclamadores de su oriundez... pero aquéllos resultaron espectaculares, formidables, extraordinarios. Daba gusto verlos.