Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Schuster, que en alemán quiere decir “Zapatero”, no es bobo. Sabedor de que las palabras lo soportan todo, después de besar la lona del Bernabéu ante la falange romana, declaró: “Para mí, esto no es una derrota.” De un tiempo a esta parte –desde que vivimos en la posmodernidad, para entendernos–, ¿conocen ustedes a algún perdedor? Sólo hay que mirar a la política. A tres días de las elecciones, quien más, quien menos, está convencido de que por el mero hecho de votar ya forma parte determinante de un plan superior. Si el héroe del siglo XX fue la masa, el héroe del siglo XXI parece ser el bobo, cuyas bobadas son tan poderosas como las olas del mar. De bobos sería en otra época el juego de elegir entre dos alumnos de un colegio de monjas de León al administrador de nuestro próximo paro, aunque el artisteo, cuya razón de ser consiste en estar siempre con el Régimen, se decanta por Rodríguez, que es el que más ganas tiene de montar un Régimen. El nieto del abuelo que fue picador y del padre que fue granjero y ferroviario cantó a Franco con la misma fe que canta a Rodríguez. De haber hecho lo contrario, no sería español. Generación a generación, todo español con morro se presenta como ex combatiente de alguna causa que sólo él conoce y reclama un subsidio al Estado en concepto de indemnización. ¿Qué diferencia ontológica hay entre el artisteo del Círculo de Bellas Artes y el artisteo de la Granja? Mientras exista esa gente, existirá España. “Creadores”, los llama el ministro de Cultura, que es como comparar a Dante con García Montero, pero es que el ministro de Cultura tiene una idea de la “creación” semejante a la de la apóstata de Rivas, presentada por la prensa como si fuera la reencarnación de Flavio Claudio Juliano. Ya Fumaroli nos tiene avisados de que de la “creación” gnóstica a la voluntad de poder maquiavélico no hay más que un paso que los príncipes modernos dan alegremente. Pero si los académicos de la Española se creen Hernán Cortés porque escriben Dios con minúscula, siguiendo la doctrina del maestro de Fray Gerundio de Campazas, ¿qué le vamos a pedir a una clienta del Servicio Municipal de Apostasía de Rivas?
