sábado, 25 de octubre de 2025

Boadellada


Bienaventurado eres, Simón


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


El fallo del concurso (?) para la adjudicación de la plaza de las Ventas ha dejado a Boadella más perplejo que un mono mirando por un canuto, provocando lo que en buena psicología española se denominaría una boadellada de frases: “Una mala noticia para la tauromaquia en general.” “Una prueba más del automatismo que provoca la rutina decadente.” “El mejor embajador del arte español en el extranjero se ha quedado por tercera vez proscrito en sus anhelos de barrer la caspa que rige buena parte de nuestro mundo taurino.” “En cuestiones artísticas y culturales, siempre nos quedará el recurso de Francia.” “Alguna plaza francesa acabará tomando el protagonismo al que viene renunciando tan irresponsablemente la plaza de las Ventas.” Boadella lleva razón, pero poca. Quiero decir que Boadella no ha entendido ni una palabra del liberalismo que manda en Madrid, que es un liberalismo basado en la experiencia. Cuando la Comunidad de Madrid entrega la plaza al grupo Los De Siempre en perjuicio de Simón Casas, lo hace en virtud de la experiencia, de manera que en Madrid, donde todo el mundo habla de La Espe, con la cosa de que en la capital nadie pronuncia las equis uno ya no sabe si hablan de la presidenta (“Esperanza sí que tiene huevos”) o de la experiencia, palabra usada con mucha frecuencia por los filósofos, pero rara vez definida. En el caso que ocupa a Boadella, la Comunidad le reconocía hace dos años a Simón Casas nada menos que el doble de experiencia que al grupo Los De Siempre, quienes a pesar de lo cual se llevaron la plaza; hoy, esa misma Comunidad otorga al grupo Los De Siempre tres veces más experiencia que a Simón Casas, quien en razón de lo cual se queda sin plaza. “¿Qué entendemos por experiencia?”, se pregunta Bertrand Russell. Para él, el mejor modo de hallar una respuesta es preguntar: ¿Qué diferencia hay entre un acontecimiento no experimentado y otro experimentado? La lluvia vista o sentida caer es experimentada, pero la lluvia que cae en el desierto cuando no hay en él nada vivo no es experimentada. “Así llegamos a nuestro primer punto: no hay experiencia sino donde hay vida.” Para que se entere Boadella: sin vivos, no hay experiencia.