lunes, 27 de enero de 2025

¿Almería y Racing de Satander? ¿Y el Elche?

Íñigo Pérez en el Mirandés


   Carlos Álvarez. Levante

  

        Fracisco Javier Gómez Izquierdo


           Real Madrid y Barcelona están condenados por sus aficionados y sus presupuestos a ganar la Liga cada temporada. A ambos equipos les es difícil concentrarse cada partido en semejante obligación, pero por lo general y atendiendo a la calidad y superioridad de sus plantillas sobre el resto (el Atlético de Madrid es un nivel claramente inferior que además juega como si arrastrara carros de leña) suelen enfilar el final de temporada solitos con sus peleas con los árbitros, quejicas por sus lesionados y demás coartadas que tanto entretienen. Forman el duopolio que todo lo devora, reglamentación incluida, y que goza de las glorificaciones que controlan el Gran Negocio. La emoción en Primera suele estar en el descenso, excepto la temporada pasada donde el Cádiz y sobre todo Almería y Granada se borraron de la permanencia ya en la Primera Vuelta.


        Servidor reniega de ese yin-yan que se está montando al que llaman Mbbappé-Lamine unos y Lamine-Vinicius otros, y me quedo con el Luis Suárez del Almería, el Íñigo Vicente del Rácing de Santander o el Carlitos Álvarez del Levante. Junto a los dos extremos del Deportivo, Yeremay y Mella, son los peloteros, que llegados a mitad de Campeonato más me han llamado la atención.  Almería y Rácing han venido seguidos a El Arcángel. A mi modesto parecer son los dos mejores equipos de Segunda. Consistente y ordenado el Rácing y torbellino goleador el Almería. Luis Suárez, que gasta moño airoso para no ser confundido, carrera elegante y peligro a paladas se lució aquí jugando, incomodando y ¡cómo no! goleando. El colombiano lleva el 9 del Almería con calificación de sobresaliente. No extrañaría que llegara antes de acabar enero postor con buenos dineros, para Luis Javier como pone en su camiseta y para el Almería.


       El Rácing es menos vistoso que el Almería. Mi jugador favorito, Íñigo Vicente, el 10 que me encandiló desde que pasó por el Mirandés, ha de padecer las quejas de sus aficionados que le acusan de cierta indolencia -"no defiende.., es comodón", me comentaba el sábado una cuadrilla a la que vi "rigorista" durante el calentamiento. Se le vió poco durante el partido, pero dos pases suyos: dos goles. Final 1-2 para el Rácing que se plantó de líder seguido de Almería... y Elche.


El Elche tiene buenos jugadores, entrenador muy particular pero "sobradamente preparado", Éder Sarabia. Este hombre, en vez de cerrarse en "métodos innegociables e indiscutibles" como era previsible dado su carácter, ha evolucionado y ahora defiende que da gusto. Sólo ha encajado 16 goles y este dato dice mucho más que los 32 marcados, los mismos que el Deportivo 15º clasificado. Dieciséis goles son muy pocos goles, por lo que además de los Nicos argentinos, Fernández y Castro, hay que mirar al portero Dituro, argentino también y al cuarteto defensivo formado por Álvaro Núñez, Bigas, Diaby o Affengruber y el zurdo Salinas, lateral que también hizo la mili en Miranda.


    Luego está el Levante de Julián Calero, entrenador-señor de los que nunca se quejan y además nunca dice que no se queja y ¡mira que ha tenido motivos! Un Levante al que procuro asomarme por ver al "tatinero" Carlitos Álvarez, jugador bajito al que le ves correr con el balón y ya te ha ganado para su causa. Confieso que me incomoda que estos dos excelentes profesionales en lo suyo estén en el Levante, uno de mis demonios, y no en el Burgos.


       Burgos y Córdoba. Sufrir es mi destino.