Francisco Javier Gómez Izquierdo
Durante el almuerzo y mientras trataba de digerir los desvaríos de estos políticos de los que uno ya tiene claro cuáles son sus mayores preocupaciones, y ninguna es la prosperidad de los españoles y el sosiego para la gente normal de nómina que paga impuestos, me venía a la cabeza el pobre Neeskens, el otro Johan, el II, y su temprana muerte. Cruyff, Beckenbauer, Muller, Neeskens... Los cuatro principales protagonistas de la final del Mundial del 74 se han ido con buena edad aún, como disimulando y hasta es posible que un tanto asqueados con este nuevo fútbol televisero. Es decir Neeskens y ves el penalty lanzado como Dios manda. Sobre todo fuerte y a cualquier lado de la portería. No es necesario que vaya a la escuadra. "Los penaltys se tiran a lo Neeskens", decíamos en los 70, y así seguimos cuando vimos el domingo cómo los jugadores del Athletic fallaron tres en un solo partido. No sé, ni tengo intención de buscar el dato, de cuántos penaltys falló Neeskens porque da igual, los tiraba como "naide" y detrás de "naide"... Saturnino Arrúa. Coincidieron los dos desde mediados de los 70 y hace cinco minutos -por éso me he puesto a poner ésto- me he acordado del paragüayo que llegó al Zaragoza por no fiarse de papeles que no entendía. Lo tuvo prácticamente fichado un equipo francés, tampoco recuerdo cuál, pero les prometo que la peripecia es real; al ir a firmar en la ciudad francesa, Arrúa quiso que le tradujeran el contrato que estaba redactado en francés. Se lo tradujeron y allí ponía que firmaba por diez años y el Nino dijo no y dejó plantados a los liantes. Nuestros políticos dicen hoy que les cuelan cláusulas con trampa y no admiten que firman cualquier cosa sin leer antes. ¡Que aprendan de Arrúa!
Neeskens vino por imposición de Cruyff. Fue recibido con cierto recelo porque el Barça con Sotil y el Flaco había arrasado en la liga 73/74. Sotil era un ídolo, pero se empezó a filtrar que si bebía, que si tal... No se decía que Cruyff fumaba 30 cigarros diarios hasta que lo dijo Hennes Weisweiller... y echaron a Weisweiler, claro está. Cruyff era un intocable. También lo parecía Neeskens, al que el Camp Nou cantaba contra Núñez, pero Neeskens se fue a las Américas a prácticamente cerrar una carrera que donde más brilló fue en el inolvidable Ajax, el equipo casi perfecto, con el que ganó varias ligas holandesas y tres copas de Europa. Con el Barça ganó una Recopa, la de Basilea, que se vendió como si fuera también una Copa de Europa porque Johan Neeskens se entregaba en el transcurso de cualquier partido como si una final del campeonato de mundo se tratara.
En ese primer especial de Don Balón (Nº1) que salió en el 75 y que con tanto mimo cuido, Neeskens no sale en la foto de la plantilla, pero cuando vino el Barça a jugar contra el Burgos, mi hermano Carlos se las apañó para que le fueran firmando todos los jugadores y Neeskens lo hizo sobre un parrafito dedicado a los rubios, uno de los rubios Rexach, al que en preferencia le gritaban "Bárbara, Bárbara"... Qué bucles va dando la vida.
D. E. P.