Ignacio Ruiz Quintano
Abc
La ministro comunista Yolanda Díaz, esa alquitara pensativa, que diría Quevedo, ha metido su nariz tan fiera en el “Manifiesto Comunista” y, sólo con olerlo, lo ha dejado soso, y el gobierno baja en las encuestas, a cuyo pie, y como el Zapatero que en la Feria del Libro firmaba “Con mi paz” ejemplares ajenos, tuitea Casado:
–Cambio de ciclo.
Bipartidismo, lo llaman los politólogos del pan “pringao”. Mas cambiar a Miguel Iceta por Andrea Levy no es bipartidismo, sino turnismo de miriñaque, que en eso consiste nuestro sistema.
El bipartidismo es hijo del presidencialismo, padre también del patriotismo, tres ismos americanos desconocidos en Europa (no hay sitio en el folio para hablar de Francia), donde el sistema proporcional es incompatible con los tres, pues disuelve la conciencia nacional (por eso nos fue impuesto), mas no hay hoy en España un solo partido que ponga en cuestión el sistema proporcional.
El sistema proporcional presupone la imposibilidad de la democracia: aquí lo impuso, contra Fraga, y por orden de Alemania, el partido socialista, a cambio de renunciar a la República. (Ese “monstruo de Horacio” quiso Alemania llevarlo a Inglaterra, promoviendo un partido liberal para promover un referéndum que felizmente perdió en 2011).
Pero la propaganda seguirá llamando bipartidismo al turnismo de miriñaque. “¿Qué es la Restauración? Según Cánovas, la continuación de la Historia de España. Mal año para la Historia de España, si valiera la Restauración como su secuencia. Todo lo contrario”.
–La Restauración –concluye Ortega– significa la detención de la vida nacional. La vida española se hace hueco de sí misma. Este vivir el hueco de la propia vida fue la Restauración.
¿Cambio de ciclo? Cuando España deja de ser dinámica (40 por 100 de paro juvenil), “cae de golpe en un hondísimo letargo y no ejerce más función vital que la de soñar que vive”. La herencia de Sánchez (que no es Laudrup) como pase al hueco a Casado (que no es Romario), feliz en su oquedad.
Septiembre, 2021