Francisco Javier Gómez Izquierdo
Vi el Barcelona-PSG. Más atractivo que el Dortmound-Atleti, más que nada por lo que serían capaces de hacer Mbappé y Dembelé para reconducir el mal camino que su equipo inició en los cuartos. Hay una moda rara en los equipos serios de casi siempre que consiste en no trabajar como procede la defensa. En el noble deporte del balonmano los espectadores -pocos y cada vez menos- corean "defensa-defensa" cuando ataca el equipo rival y todos se fijan en su pivote sobre todo -doble pivote es figura que incluso se ha llevado al fútbol-, en los bloqueos de sus laterales, en el coordinado bascular, etc... siendo el trabajo defensivo el mas valorado por los entrenadores, jugadores y público medianamente entendido.
En la ida de los cuartos de la Champions reprochaba servidor que es simple aficionado y no periodista, ni entrenador, ni jugador, que los ocho equipos defendían mal. Lo sigo manteniendo a la espera de los cuatro de esta noche. Los pantalones rajados por las pantorrillas, se ve que gustan a mucha gente porque es mucha la gente que se los pone. Pantalones de ésos los venden con un roto por los que cabe un tigre y encima se pagan caros. Es moda que respeto y que nada me importa, pero a servidor no le gusta nada. Las defensan de tres, los extremos haciendo de defensas, los centrales sufriendo de laterales y ¡¡bueno!! los medios que no asimilan convenientemente los conceptos de presión y ayuda porque es más importante que jueguen y tengan la pelota con el aplauso general de crítica y público son detalles que uno ve como poco recomendables, pero como son moda hay que ver el fútbol de moda. Que Barcolá eche una carrera a Araújo en "línea de medios" es un error defensivo que no se puede permitir si además vas ganando 4-2; que Cancelo, futbolista híbrido al que dicen defensa pero que sus mejores prestaciones se ven cuando hace de extremo, perpetre entrada dolosa que se convierte en culposa por cometerla dentro del área con el agravante de que el rival no mira a portería me parece tan inelegante y absurdo como la guapa que lleva el vaquero con gateras en los muslos. Llamativo que la entrada sea penalty tonto y que por las gateras pantaloneras se vean una mariposa gigante y un caballazo de mar tatuados. Llamativo será pero para servidor es cualquier cosa, menos bonito. Sí. El partido se decidió por el detalle de la expulsión de Araújo, pero tal circunstancia se deriva de un maldefender que puede arruinar toda la temporada del Barça. Quedan también varios detalles de inelegancia en el banquillo culé, singularizados en el entrenador Xavi, al que tanto he admirado como jugador. No se pueden perder los nervios así. Él está para controlarlos. A ser posible, los de sus ayudantes también. Pero no. Xavi cree que el Barça ha de tener bula y hay noches que semejante desfachatez queda retratada.
¿Y el Atlético? Vi el resumen y siempre salía Nahuel y también vi a Morata solo ante el portero... y luego a Correa. Cuatro goles a un equipo que hasta antier presumía de firmeza defensiva no es por simple resfriado. El Atlético adolece de peligrosa pulmonía. La ida la ganó porque en el último minuto la escuadra de Oblak escupió un presunto gol. La defensa alemana no me convenció tampoco y desde esa supuesta debilidad presumía servidor que el Atleti podría llegar a semifinales. El desastre defensivo en Dortmound no supo remediarlo el Cholo como ante el Girona, otro equipo acaparador de múltiples elogios pero al que servidor lo ve con los pantalones muy agujereados por las traseras.
Quedemos a la espera del City-Real Madrid. Por ir a la contra de la general corriente, me fijaré en como defienden Guardiola y Ancelotti.