Francisco Javier Gómez Izquierdo
Advierte servidor el enraizamiento de la metástasis en lo que los puristas aún llamamos a veces balompié y al que acompañan los pésimos diagnósticos de la veletería periodística y la mínima posibilidad de que el fútbol sea disfrute para el aficionado sencillo, para el aficionado normal que tenía perfectamente asimilada la Constitución que fundó tan democrático entretenimiento, apto para ser practicado en sus múltiples calidades y maravilloso para ser gozado como espectáculo cuando lo ejercen los de mayor talento. No sé si será verdad, pero lo leí ayer en el Marca: el año pasado había más de diez millones de abonados en el pago por el fútbol y en éste faltan cientos de miles para que lleguemos a los cuatro. Todo un síntoma del daño que entre otros hace el VAR. Los "expertos" minimizan los síntomas del cáncer de la criatura y señalan la heridita del pulgar producida por un corte de la navajilla al cortar el níscalo camuflado bajo las sombras pinariegas. "¿Es que no ves la sangre?" te dicen. "¿Y la verdosa palidez, a tí no te dice nada?", le dije a un pontífice Rafael que sigue y no para de recordar que el gol de Maradona con la mano no tendría que haber valido.
Maradona enmendó el maravilloso pecado que cometió ante Inglaterra regalándonos un monumento con el que todo bien nacido (excepto los ingleses en general y Shilton en particular, ¡claro está!) no tuvo más remedio que perdonar después de su "mano de Dios".
Estamos en jornada Europea y el "ojo del Diablo", que mira a cámara lenta y con ganas de tocar las gónadas por particular divertimento, a los veinte minutos manda parar en el Wanda de Madrid porque sí, porque le apetece "afusilar un japo"... y se carga un partido de gala para convertirlo en un 6-0 que es un partido de tenis contra un cojo al que encoja un juez que no sabe de leyes. En Copenhague gana 0-2 el Manchester United y otra vez, otro demontre que mira las imágenes que parecen lo que no son, dice a la media hora que "a tomar por el c.." el partido y expulsa a Rashford para que asistamos a un partido extravagante e incluso emocionante... pero falso de toda falsedad.
A la Real, por un capricho locoide de este año, añadido al Reglamento, le quitó míster Taylor un gol por mano de Merino que de seguro le avergonzó hasta hacerle perder la sensatez y serenidad que se exigen en días otrora tan grandes y hoy vergonzosos festivalillos donde presentar las últimas novedades de los dinamiteros contra el que fuera perfecto Reglamento del Fútbol, basado en la INTENCIONALIDAD. Intencionalidad a veces relativa, cierto es, pero para éso están los buenos árbitros. Para detectarla sin aparatejos. A simple vista. Con las imperfecciones de la vista simplona. Ésa que no distingue el milímetro en el fuera de juego y que amparaba el Reglamento con un "..en caso de dudas, no pitar".
Bueno.. Los aristócratas Bayern, Real Madrid, Inter, Barça, el City ya ha entrado en la categoría.., menos el United, están clasificados a falta de dos jornadas. La burguesía, Atlético, Nápoles, Oporto..., pasarán junto a la Real, de la que como es conocido por ustedes me alegra se codee con airoso caminar con los mejores. Luego está el grupo de la muerte PSG, Milán, Dortmound y Newcastle, en el que cualquiera puede pasar. Ahí esperamos dos jornadas con partidos emocionantes pero ya verá usted como viene un Iturralde o un Mateu cualquiera (¡cómo habla el tío ahora y cómo manejaba el VAR, antier!) y te explican la última circular FIFA o UEFA que sólo saben ellos, los referís de campo y los referís de la cámara lenta del VAR. Y luego, la culpa al entrenador o a los que no estamos al tanto de las novedades..