jueves, 10 de marzo de 2022

Vete de ahí, Mbbappé


 Modric y Benzemá en plena forja victoriosa

 


 ¡Ay, este chico...!

 

 Francisco Javier Gómez Izquierdo
 
           Usted sabe que todo fue muy raro. Rarísimo. Le dicen que lo de anoche es como contra el Derby County o el Anderlecht o el Borussia... y usted, aficionado veterano, sabe que no. Que lo de anoche no fue lo mismo. Usted sabe que anoche en el descanso todo estaba perdido, que a los parisinos no les amedrentaba el Bernabéu y que hubo ratos que un trío de excelente técnica, Verratti - Paredes - Messi parecía vacilar a los futbolistas blancos con ronditos casi insultantes. Usted sabe que ese búfalo clonado del Ronaldo verdadero llamado Mbappé recrudeció su terrorífica presencia apareciendo como un Tyranosario Rex escapado de Jurassic Park para enterrar toda esperanza. Usted sabe que la eliminatoria estaba perdida a falta de media hora para el final.
         

También sabe usted que en un partido de fútbol pueden sobrevenir situaciones imprevistas y si es madridista puede dar fe de muchas y variopintas: una expulsión, un penalty tonto, un fallo del portero... ¡Ocurrió!
       

La explicación más determinante en la eliminación del PSG parte en otro Karyus. En Donnarumma, un portero enorme que parecía infranqueable le dió por gambetear, tarea que no se le pide y lo que es peor, no domina. Citó de lejos a Benzemá y pagó la chulería. Otra circunstancia que contribuyó a engrandecer el espectáculo partió del señor Makkelie quien desde el minuto uno dejó claro que aquello no era un partido de baloncesto, para regocijo de quien suscribe. Amonestó por quejicas al poco de comenzar a Vinicius y Paredes y a partir de ahí todo el mundo hizo oreja. El tercer elemento clave partió desde los banquillos. Camavinga y Rodrygo revolucionaron la noche sustituyendo a un Kroos cansado y a un Asensio que usted no sabe si es tímido, indolente o despistado pero que aunque calidad tiene para dar y regalar, quizás no sea procedente esperar y esperar a que tenga el día. 

Pochettino quitó a Paredes por miedo a que lo expulsaran y desunció la yunta que sostenían al equipo. ¿Por qué no cambió a Messi o Neymar dos vedettes que parecen estar haciendo un favor?¿Misterio o imposición? El caso es que el pobre Verratti se vio sólo y desbordado; Neymar que sí que sabe regatear pero que muchas veces, demasiadas, lo hace a destiempo, perdió una pelota tonta y Modric, que además de calidad "curra" y corre como joven operario en busca de niveles para prosperar en su carrera profesional lió la traca como homenaje fallero de temporada. Este Mocric es la releche y confabulado con Benzemá, el cogollo del meollo anoche, un arma tan intimidatoria como letal. Se puede jugar muy bonito, pero para ganar hay que meter la pelotita.
       

Usted sabe que el personaje de la eliminatoria era Mbbppé, que el PSG tiene un plantillón descompensado, que varios de sus jugadores parecen demasiado altaneros y que hay contagios de autosuficiencia muy peligrosos en determinados clubes. Lo contrario a esos vicios está en Modric y en Benzemá, ambos ejemplos para  propios y extraños. Mbbappé, del que no sabemos si es ya propio o va a seguir de extraño lo vio anoche. "Con lo que he liado aquí y el Karim nos hace tres" diría Kylian al constatar el desastre. Usted cree que no deba dudar en abandonar las malas compañías. Servidor se atreve a decir que cree que Neymar es una de ellas.