martes, 1 de marzo de 2022

El Nudo Cordiano


 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    El Suresnes de Ayuso a Casado ha puesto al descubierto dos cosas: que la GPU pepera es un cómic de Ibáñez y que España es un corazón rumiante.


    –¿Cómo se puede comerciar con mascarillas en plena pandemia? –cogita, con el corazón en la mano, un boticario liberalio que en plena pandemia no regaló las aspirinas, pero que ahora descubre el comercio, que no es más, en palabras de un liberal de verdad, que “el tributo que el aspirante a la posesión rinde a la fuerza del poseedor” (a un hombre que siempre fuera el más fuerte jamás se le ocurriría la idea del comercio).


    –Vivimos en pleno fascismo cordícola, en plena orgía cordícola, en pleno Nudo Cordiano –dijo el Homero del Imperio del Bien, que exhumó el término del viejo vocabulario jesuítico (cordícolas eran los introductores en Francia de la adoración al Sagrado Corazón).
    

Vivimos, en efecto, la época con mayor densidad de “hideputas” que la Historia haya conocido, pero el planeta se llama Cordicópolis y está habitado por cordicolianos, cordicócratas y cordicólatras o cordicófilos, seguidores del impulso del corazón, que tiene razones “que la razón bancaria conoce” (variación de Muray al famoso reproche de Pascal a Descartes). Nuestro Imperio del Bien es colectivista, porque, contra el cerebro, disidente por vocación, el corazón es esencialmente colectivista: “El telecolectivismo filantrópico ha heredado a la perfección, y con toda suavidad, el despotismo comunista”, con su burocracia, su delación, su juventud, su eliminación del espíritu crítico y su uniformización de los modos de vida.


    –El linchamiento acompaña al Consenso como la sombra al hombre.


    Y en nombre del Interés General todo acaba siendo sospechoso, denunciable. La Transparencia divinizada constituye el truco fantasioso de los Virtuosos profesionales en plena levitación de Beneficencia. ¿Qué era un fariseo? Alguien convencido de estar en estado de gracia y, por tanto, justificado para intervenir en la vida de los demás. “Hasta mañana, corazones”.

[Martes, 22 de Febrero]