jueves, 16 de diciembre de 2021

Gato y liebre


Lassalle

 

Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    De los corrillos constitucionales en las Cortes nos trajo Hughes las confidencias de Casado el del PP y de Trevijano el del TC, que pusieron, ambos, como modelo de constitucionalista a Jefferson, cuya estatua, por cierto, ha sido derribada por los chicos de Sleepy Joe.
    

El error de los próceres Casado y Trevijano viene de la pedagogía de Lassalle, ex “Secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital” en el marianismo y ex de la presidenta del Congreso que cerró el Congreso porque debía de tener hora en la peluquería. Lassalle cree, el hombre, que Jefferson, que estaba en París, redactó la Constitución de Filadelfia. En realidad, Jefferson, que tiene de español la incapacidad para distinguir entre “enmienda” y “reforma”, es un demagogo que, ¡en 1810!, habla de la injusticia generacional que supone “gobernar desde la tumba”, y dice que lo ideal sería una Constitución… cada 19 años. Por lo demás, Perico Sánchez dijo que la democracia son las pensiones, con lo cual ya podemos hacernos una idea del final de “la democracia”, aunque tampoco es cosa de pedir la eutanasia.
    

En política, España es una pensión que huele a berza y donde la única carne que se sirve es gato. De joven tuvo uno la ilusión de probar algún día la liebre, pero ya la he perdido. Al españolejo, que es conejo (“Leoporum generis sunt et quos Hispania cuniculos apellant”), le gusta el gato, y a mí me gustaría decir que me gusta la liebre, pero no puedo decirlo porque no la he probado.
    

Gato blanco, gato negro, qué más da; lo importante es que cace ratones –dijo en su día Gonzalón, tirando de cultura china.
    

Tiremos de navaja de Hanlon: “No atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado casi siempre por la estupidez”. En la Casa Blanca, donde siempre se comió liebre, el Nuevo Periodismo compromete a la dircom de Sleepy: “Nos prometieron un gato de la Casa Blanca, ¿qué pasó con eso?”


    Como español, no me quejo de comer gato. Lo que no soporto es que quien me lo sirve lo llame liebre.
 

[Jueves, 9 de Diciembre]