lunes, 25 de octubre de 2021

Tiempo de reforma

 

Reformar con conocimiento


Francisco Javier Gómez Izquierdo

       Servidor de ustedes apunta aquí cosas del fútbol desde la perspectiva del fiel aficionado. Empedernido toxicómano refractario a cualquier tipo de terapia voy perdiendo memoria, reflejos y puede que claridad para analizar. Aun así, permitan que considere ridícula la pretensión de mantener al Barça como aspirante a algo. El clásico que se nos vendió ayer adulterado de falso glamour poco se diferenció del Burgos-Huesca que disfruté a continuación. Dos contraataques mortales y tres puntos a la "buchaca". El Burgos, debido a las deudas de los Caselli, no ha podido fichar y se ve obligado a mantener la plantilla de 2ªB. Los puntos que va sumando los consigue a base de concentración obsesiva en defensa y perfeccionando el arma más mortífera que tiene el fútbol: el contraataque. Julián Calero no tiene a su disposición medallas de oro en el sprint, como tiene Ancelotti en ese Vinicius amargalaterales, pero cuando tiene un córner en contra dispone a sus hombres como si fueran protagonistas de la paradoja de Zenón. "Ellos son famosos, ganan más dinero, han jugado en 1ª, pero si salís cuatro a la vez sin mirar atrás, por aquí y por aquí, no os cogen". Y no los cogen. Suben convencidos de marcar... y marcan. Así ganaron el jueves 1-3 en el Carlos Tartiere. Así ganaron 3-1 ayer en El Plantío al Huesca. Y así han sumado 16 puntos, un tercio de los necesarios para la salvación.
     

Ancelottí con sus Kroos, Modric, Casemiro, Benzemá, Vinicius..., sabe que son los Aquiles de la paradoja, pero se saben el cuento y por eso no estaría de más que Koeman aparcara sus cabezonerías y entendiera que Mingueza, Dest, Eric García (no entiendo lo de este chico), Menphis, e incluso el De Jonk bueno, son la tortuga de Zenón. Para contrarrestar la superior calidad y velocidad del rival más las carencias propias se precisa trabajo e ingenio y sobran autoafirmaciones de "somos el Barça" y tonterías parecidas. Al Burgos no se le permite deber la milésima parte de los euros que debe el Barça, pero como está acostumbrado a la precariedad, lo primero que ha hecho es reconocer sus limitaciones y procurar remediarlas. El Barça no ha conocido la pobreza y no tiene pinta de rebajar sus aires de grandeza. Ahí van a tener su penitencia. No es cosa de poner nombres y faltas pero es evidente que muchos titulares de Koeman  ayer no tendrían puesto en una alineación de hace dos años. Resulta desmoralizador constatar que la mejor baza ofensiva culé sea Jordi Alba huérfano del Messi con el que formó un dúo letal, que tu delantero centro sea un descarte del Sevilla y que el imprescindible del equipo sea un Busquets limitado de rendimiento por la edad y la condición física.
       

Nada es actualmente acorde con la historia del Barça, empezando por el nombre del estadio, Campo Nuevo, necesitado de urgentes reformas que lo adecenten, el chirigotero pantalón con el que saltan a jugar o las falsas expectativas de los simuladores que quieren engañar con el futuro de Ansu Fati, Gavi, Pedri... Nadie duda de la calidad  y talento juveniles pero a nadie sorprende , al menos a servidor, tanto tropiezo entre las escombreras del club y del equipo.