PABLO CASALS
1876-1973
En España, decía Pemán, para ser “internacional” hay que llamarse Pablo. Y comprendía que el violonchelo de Pablo Casals hubiese sido requerido por las Naciones Unidas para dar un concierto, pues sonaba como la lira de Orfeo, que amansaba a las fieras: “El instrumento de Casals produce esa pacificación que antecede a la Paz.” Casals fue el último intérprete de la época iniciada con Liszt y Paganini. El chelo, según Gerardo Diego, sonaba de modo distinto desde Casals: “A órgano, a doliente y retenida queja viril.” Diego se contaba entre los que habían tenido el privilegio de oír el concierto que Casals diera en Madrid, en el Monumental Cinema y en pleno período republicano, como homenaje a la Reina Madre, Doña María Cristina. Murió en Puerto Rico, cuna de su madre y de su esposa Marta, sesenta años más joven que él, su Abisach del Libro de los Reyes.
1876-1973
En España, decía Pemán, para ser “internacional” hay que llamarse Pablo. Y comprendía que el violonchelo de Pablo Casals hubiese sido requerido por las Naciones Unidas para dar un concierto, pues sonaba como la lira de Orfeo, que amansaba a las fieras: “El instrumento de Casals produce esa pacificación que antecede a la Paz.” Casals fue el último intérprete de la época iniciada con Liszt y Paganini. El chelo, según Gerardo Diego, sonaba de modo distinto desde Casals: “A órgano, a doliente y retenida queja viril.” Diego se contaba entre los que habían tenido el privilegio de oír el concierto que Casals diera en Madrid, en el Monumental Cinema y en pleno período republicano, como homenaje a la Reina Madre, Doña María Cristina. Murió en Puerto Rico, cuna de su madre y de su esposa Marta, sesenta años más joven que él, su Abisach del Libro de los Reyes.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)