GLORIA FUERTES
1918-1998
“Se nos ha muerto el ángel puteado”, dijo Cela al conocer la muerte de
Gloria Fuertes, la “poeta de guardia” que, al decir de Manuel Ríos Ruiz,
tenía la fisonomía de una bruja muy limpia, pero era una hada madrina
entrañable y milagrera a la que, al llegar el invierno, le dolía “el
frío que pasan las castañeras”. Ríos Ruiz sacó a colación el villancico Hablan los pastores
presentado por la “amiga de los niños” al concurso de una iglesia
madrileña: “¡Ya está bien que se va a helar! / tanto adorar al Chaval / y
nadie tiene reaños / de darle sus propios paños / sus sayas o su moral.
/ Tanta mirra y tanto incienso / y Él desnudito en el pienso / –pienso
que nadie le quiere–. / Su tiritera me hiere, / en esta noche tan bruta.
/ ¡Muchachos traed viruta, / vamos a hacer una hoguera, / antes que se
nos muera de frío la Salvación!”
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)