Bartolo de Sassoferrato
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Algunos no entienden que la chusma derribe (ha ocurrido en Bélgica) una estatua de Julio César. Eso, desde luego, no lo da la lectura de Theodor Mommsen, sino la de pelícanos socialdemócratas como Timothy Snyder, un Mendilíbar de las Humanidades que hace historia con recortes de periódico y editoriales de Sol Gallego.
–Para los periodistas, los héroes de nuestro tiempo –reza una dedicatoria perillana de este profesor de Yale.
En España tenemos de profesor complutense y de vicepresidente del gobierno a un analfabeto ontológico que en clase atribuye a Newton la teoría de la Relatividad y que después de un año en Cambridge con una beca de Blesa habla inglés como Ana Botella recién levantada.
Timothy Snyder (por cierto, que aquí tuvimos otro Timothy, Chapman, que trajo Botella, que le decía Zímozi, “para quitarnos la caspa cultural”) da la chapa con la “democracia liberal” (concepto socialdemócrata de la propaganda durante la guerra fría para dar por supuesto que existe una “democracia socialista”) y vende alfombras voladoras contra Trump y el Brexit, dos fenómenos democráticos imposibles de ver fuera de la cultura anglosajona de la libertad.
–Trump es un tirano clásico, igual que Putin –le ha dicho a “un héroe de nuestro tiempo”, el periodista Mas de Xaxás.
La “tiranía clásica” de Trump no sale en mi Bartolo de Sassoferrato, pero vamos, que para un pelícano socialdemócrata de Yale la Constitución que redactó Madison para impedir la tiranía (con éxito hasta hoy) vale lo mismo que la Constitución que redactó Putin para asegurarla.
–¿El fascismo vuelve, entones, a los Estados Unidos? –pregunta el pobre De Xaxás, natural de un país al que nunca le ha sido dado elegir su gobernante.
Seguimos en el 68, cuando Günter Grass daba la brasa en América con lo que Wolfe siempre consideró un fenómeno inexplicado de la astronomía moderna: “Esto es, que la tenebrosa noche del fascismo se cierne sobre los Estados Unidos, pero toma tierra únicamente en Europa”.