La ayuda de Manuel y Yilin
Francisco Javier Martínez Izquierdo
Del sobrino en China del presidente de mi peña he hecho referencia en alguna jornada cordobesista, y a cuenta del año nuevo, último 25 de enero, creo que dijimos tenía prohibido salir de casa desde fecha tan señalada para los chinos. Manuel, el sobrino de mi presi está totalmente integrado en aquella. Casado con Yilin You, tienen una hija de tres años que se llama Aurora y que habla con el padre en español y con la madre y los abuelos chinos en inglés. Manuel y Yilin viven en Harbin, una ciudad muy al nordeste de China que he visto en un atlas, pega relativamente cerca del este de Mongolia y el sur de Rusia. Dice mi presi que las familias chinas, por tradición milenaria, se juntan para celebrar la entrada del año nuevo y en tales días se producen millones de desplazamientos -el más grande movimiento humano del mundo- normalmente a la casa de los padres. Manuel, Yilin y Aurora bajaron a Tsingtao, que es ciudad costera en el Golfo de Corea en el Mar Amarillo...y allí siguen desde enero.
Del sobrino en China del presidente de mi peña he hecho referencia en alguna jornada cordobesista, y a cuenta del año nuevo, último 25 de enero, creo que dijimos tenía prohibido salir de casa desde fecha tan señalada para los chinos. Manuel, el sobrino de mi presi está totalmente integrado en aquella. Casado con Yilin You, tienen una hija de tres años que se llama Aurora y que habla con el padre en español y con la madre y los abuelos chinos en inglés. Manuel y Yilin viven en Harbin, una ciudad muy al nordeste de China que he visto en un atlas, pega relativamente cerca del este de Mongolia y el sur de Rusia. Dice mi presi que las familias chinas, por tradición milenaria, se juntan para celebrar la entrada del año nuevo y en tales días se producen millones de desplazamientos -el más grande movimiento humano del mundo- normalmente a la casa de los padres. Manuel, Yilin y Aurora bajaron a Tsingtao, que es ciudad costera en el Golfo de Corea en el Mar Amarillo...y allí siguen desde enero.
El gobierno chino confinó a los ciudadanos, cerró estaciones y hasta gasolineras y sólo permite salir de cada vivienda a un autorizado para comprar que en el caso que nos ocupa resulta ser el suegro de Manuel.
“Cuando los primeros casos en España, nuestro sobrino, que habla casi todos los días con los padres en Córdoba, nos avisó a la familia para que nos hiciéramos con mascarillas y artículos para desinfectar porque la cosa era muy seria”. La familia de mi presi se lamentó hace un mes de no hacer el caso debido a los consejos de Manuel y ahora se pregunta cómo es posible que de lo que vivió y vive Manuel y toda la China entera desde enero no tuvieran conocimiento cónsules y embajadores.
Todos hemos leído y oído hablar del sentido del deber y sobre todo de la disciplina oriental, pero los chinos nos están dando a los españoles ejemplos estos días de una generosidad muy alejada del “tendrían que..” , “a ver cuando van a hacer...” y nos salen con un “aquí está un servidor para lo que haya menester” que puede parecer antiguo, pero que suena a música celestial. Manuel y Yilin, conocedores de los problemas de material en España de SU MODESTO peculio han costeado una partida de 10.000 mascarillas que ayer enviaron a España. “Vamos a decir como favor que manden alguna a Córdoba” dice el sobrino al tío “...pero lo importante es que lleguen”.
Nuestro sobrino espera volver a Harbin a mediados de abril, pero apunta con preocupación que, como él, muchos millones de chinos se moverán a sus ciudades y las autoridades temen un repunte de este virus criminal con tanto trajín, por lo que no las tiene todas consigo.
Por la mañana me había llegado un vídeo de una entrega de material sanitario en el Virgen del Rocío donado por la comunidad china en España. “Nuestra segunda patria es España” dice una hermosa muchacha. La segunda patria de Manuel es China y desde allí nos manda lo que está en sus manos.
¿Y cómo te lo agradecemos Manuel?