jueves, 19 de diciembre de 2019

Petra

La ministra


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Cuenta Pemán que en una cacería en El Puerto alguien ponderó la omnipotencia del Parlamento británico con el tópico famoso de que lo puede todo menos hacer un hombre de una mujer.

    –Pues yo he podido –dijo Franco, que contó el caso de Petra Pérez en la Legión.

    Petra trabajaba de cantinera y cocinera en el Tercio, pero una orden ministerial prohibía llevar mujeres en las marchas de tropa. Entonces Franco comunicó al Mando: “Sienta plaza en esta Bandera el legionario Pedro Pérez”. La cosa funcionó hasta que al año Petra marchó de vacaciones y volvió con novio para casarse. Y la solución franquista fue anotar en el parte: “Se da de baja el legionario Pedro Pérez, caído en acción de guerra”.

    Tenemos, pues, que Margarita Robles no ha descubierto el feminismo castrense con su Equipo de Capacidades Especiales, una especie de Cuarto Turno (la gatera de los jueces) para “boinas verdes”. Según la leyenda, la ministra preguntó en Rabasa, Alicante, por qué no había más mujeres en Operaciones Especiales. “No superan las pruebas de acceso”, le dijeron. Y la ministra, como el Vargas de “Bananas” (“¡A partir de ahora la lengua oficial será el sueco!”, etcétera), ordenó: “¡Que las mujeres ingresen sin el curso!”
    
Robles quiere boinas verdes femeninas saltándose la pista americana como Cospedal quiere, saltándose la teología católica, señoras curas.
    
Ternuras indefinibles, decía el clásico, entre el ruido sordo de un mundo fugitivo y el lejano rumor de una sociedad vacilante que amenaza con desplomarse sobre las felicidades colocadas al borde de los sucesos.

    –El esnobismo –recuerda Santayanadevora a los que no están reconciliados consigo mismos. Es, en realidad, un vicio: nos tienta con negar y despreciar nuestras propias virtudes al imitar las de otros.
    
El Parlamento británico no puede hacer un caballero de una dama, pero en Cambridge, ese pupilaje de las musas donde entra un estudiante español y sale un tonto universal, ya van por los ocho géneros.