El roble
Y el pinar
Francisco Javier Gómez Izquierdo
En la mitad de la fase de grupos Bayern, PSG y City parecen los más decididos a recoger el testigo que se guarda en el fielato de la Uefa para los dieciséis de casi todos los diciembres. De entre los de siempre de los trece restantes los ha habido que se han apretado los machos ante la amenaza de desastre, como los últimos finalistas Liverpool y Tottenham o el eterno Real Madrid, del que no imaginábamos ni por descuido tan temprana eliminación. Los dos ingleses solucionaron su alarmante inicio del torneo a base de goles y se colocan ya segundos tras Nápoles, los de Kloop, y tras el Bayern los de Pochetino. Lo lógico. Como lógico es que el Madrid gane al Galastasaray donde Florin Andone, el rumanito que se hizo un 9 en Córdoba, resulta ser la mayor amenaza para Ramos, Varane y Courtois... y lógico es también que Zidane no se pierda entre las brujeriles brumas belgas. El improbable desconcierto de la última jornada se arregla ganando al PSG en el Bernabéu.
El Barça ha sacado los partidos con más pena que gloria. Sin la solvencia, firmeza y autoridad que se supone en la fase de grupos, pero los ha sacado. Gracias al extraordinario portero Ter Stegen, a goles de chiripa y a las oportunas aportaciones de ese Messi al que es tontería buscarle adjetivos. Con los catalanes pasará casi seguro el Inter en disputa con el Dortmound, pero a mí me ha gustado mucho el Slavia. Me encantó en Milán y creo que no debió perder ayer, pero es lo que tiene jugar contra los grandes: tú dispones de diez oportunidades claras que salva el portero, el poste o diez milímetros y ellos te cuelan un gol sin querer. Tienen tanta potra que a veces hasta te lo metes tú mismo.
Sólo un tsunami descabalgará a Juventus y Atleti del grupo D, donde el Leverkusen ha resultado hasta el momento un extraño convidado de piedra. De piedra dura, pero piedra al fin. Al Valencia lo veo en le Europa league. Ganó en Londres y ha empatado en Francia, pero el Chelsea es más que el Valencia y ayer se merendó, con mucha fortuna la verdad, al Ajax en Amsterdam. No sé, aquí puede saltar la sorpresa de la clasificación del Valencia, pero sinceramente no lo creo. Al Valencia no le va mal la Europa League.
En el grupo C, con el City prácticamente clasificado, el Dinamo de Zagreb y el Shakhtar se disputarán la otra plaza que a mí me da que será para los ucranianos. En el E los dos puestos están adjudicados para Nápoles y Liverpool y sólo en el G se garantiza la emoción clasificatoria, pues hasta el Benfica, último, tiene posibilidades. El sorprendente Leipzig parece el más fuerte, pero Zenit, Lyon y Benfica tienen su caché en Europa y creo que cualquier cosa puede suceder.
Dentro de quince días, después de los Santos y Difuntos, en pleno otoño, es muy probable que podamos distinguir a los dos poderosos robles del bosquecillo de cada grupo.