Abc
Los independentistas en Madrid, y en Barcelona, la fiesta en expectativa de Triplete, regalo del Madrid, que también regaló a un competidor directo el artífice de sus cuatro últimas Orejonas, Cristiano Ronaldo, el único aguafiestas que se ve en el horizonte para evitarle al piperío blanco la humillación culé.
Todo comenzó con una “espantá” de Zidane, continuó con los errores de Lopetegui y Solari, para cuadrar el círculo con el regreso de Zidane… ¡en “olor de multitudes”! Al reclamo de “¡Vuelve la banda!”, el público del sábado en el Bernabéu festejaba el reencuentro como si la expectativa de Triplete fuera suya y no culé. Era la fiesta del Aquí No Pasa Nada.
Todos, pues, en manos de Zidane, y Zidane, en las de un personaje misterioso que lo visita a las tres de la madrugada para decirle “vete” o “vuelve”, según explicó Zidane hace catorce años en “France Football”, cuando decidió volver a la selección de Francia luego de un año sabático.
¿Quién es ese ser misterioso? ¿Napoleón? ¿Bernabéu? ¿De Gaulle? ¿Franco? Esos periodistas que tienen confianza con Zidane para aplicarle el tuteo falangista también la tendrán para preguntarle por la identidad de El Visitante, del que sólo nos ha dicho que viene de muy lejos. Cuando los de “France Football” tienen la curiosidad de sonsacarle algo más, contesta:
–Hasta mi último suspiro, no lo diré. Es demasiado fuerte.
Y, sin embargo, al albur de ese Ser Extraño vuelve a estar el Madrid: su alineación, su patrón de juego, sus fichajes. Nos llaman piperos, pero somos místicos. “Entro en éxtasis divino con una puesta de sol en Arganda”, dijo a Hughes en ABC el gran Abdul Wahid, Cristóbal Martín en el siglo, superviviente de la Movida madrileña y hoy mantenedor de una comunidad sufí.
–He seguido muchas vías espirituales. Nacido cristiano y educado en los jesuitas. Pero estudié los Vedas, hice meditación zen e investigando conocí a un maestro que me ha mantenido veinte años practicando el islam puro.
Aceptamos como místico a Zidane porque ha ganado tres Copas de Europa por la mística. La mística explica también su visión de la portería, con Navas por delante de Courtois. Públicamente, Navas es un oracionero, mientras que Courtois parece más de ligar. El sábado, los académicos de Valdano que venían adulando a Solari por sus decisiones “tan valientes y acertadas”, en cuanto vieron a Navas otra vez en la portería, hicieron constar que “Navas no hizo nada para que le quitaran el puesto”, aunque estadísticamente siempre se puede argumentar que, en un plazo de tres días, el Barcelona le hizo tres goles a Navas por sólo uno a Courtois, quien acaba de descubrir el porvenir que le aguarda con Zidane, o con El Visitante de Zidane, y no le vale el caso de Isco como ejemplo de los caprichos de la Fortuna.
Isco estaba expedientado y desahuciado, se nos decía, por un mal gesto hacia el entrenador, o porque se negaba a pasar por la báscula, como las damiselas de Puvis de Chavannes, y ya ven: es el puro canto y crujir de pipas en el Bernabéu, donde de repente gusta el toque. ¡Ay, el toque! ¡Cuántas barrabasadas se cometen en tu nombre! El gran Curro Fetén, crítico taurino de los de verdad, llamó una noche colegas” a Paco de Lucía y a un famoso sablista con cueva en el Sacromonte; el guitarrista, extrañado, preguntó por qué:
–Porque los dos vivís del toque.
Isco vive del toque, y para completar el “tablao”, se habla de que Zidane quiere traer a Hazard, que juega en el sector de Vinicius, quien tendría que irse con la música a otra parte hasta tener los trienios que exige Zidane para ser titular en su equipo de “bisas” (las inolvidables “bisabuelas” de la mili, cuyo modelo sería Ramos, que el sábado saludó con guiños tuiteros el regreso de su compadre Navas).
–Lucharemos hasta el final por este escudo, por esta camiseta, por esta afición –tuiteó, pletórico, el capitán del equipo que perdió la temporada entera en seis días y al séptimo trajo a Zidane.
¿Merece el piperío conocer la identidad de El Visitante de Zidane a cuyos mensajes a horas que no son horas tiene encomendado su futuro el Madrid?
–Lo que me ocurre, en realidad, es bastante místico y se me escapa un poco. Es incluso irracional y por eso sólo yo lo puedo sentir verdaderamente.
LA CABRA DE CRISTIANO
Cristiano Ronaldo se ganó contra el Atlético en Turín la cabra (GOAT: “Greatest Of All Times”) que distingue al mejor de todos los tiempos. Fue una noche tremenda que no se ha contado mucho. Para empezar, él mismo estaba convencido (más mística zidanesca) de hacer un “hat-trick” para eliminar al entrenador mejor pagado del mundo. Y lo hizo. Cristiano hizo su “hat-trick”, y nosotros, las cuentas de nuestra lechera: venderlo a la Juve por el mismo dinero pagado una década antes al United. Total, el secreto de los éxitos europeos del Madrid era Pintus, “que los tiene como motos en los meses decisivos”, no los goles de Ronaldo, de cuyos números se harían cargo Bale, un carrilero largo, y Benzemá, un centrodelantero corto. Sólo él puede evitar el segundo Triplete culé, y a ese clavo ardiendo nos agarramos.