viernes, 29 de marzo de 2019

La locura

Luis G. Berlanga


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Nietzsche, se ha dicho, comprendía su vida toda como una suerte de inoculación de sustancias tóxicas de decadencia. Como España. ¡Esta España nietzscheana atada al mueco!

Os inoculo la locura –hace decir Nietzsche a su Zaratustra.
En el sector liberal (aquí, pausa y tosecilla), filósofos y economistas (arbitristas) compiten en metáforas homeopáticas. Los economistas (Lacalle, Rallo, Quirós) proponen el federalismo proudhoniano para España, mientras su Voltaire, embutida la testa en flordelisado becoquín, con campanuda voz y doctoral aire, desgrana en TV un plan económico-eugenésico para el Estado liberal del 78 (el mismo que subvenciona a todos los tontos de la cultura), que pasa por sexar intelectualmente los fetos para luego obligar a cada discapacitado pregonado (pregonado por el Estado) a aguantar económicamente (¡liberalmente!) su vela.

Y en el sector socialista tenemos a Iceta, a quien envían vestido de marquesa de Parabere para avanzarnos la receta del pastel consensuado desde hace décadas:

Si el 65 por 100 está por la secesión, la democracia deberá encauzar eso.
Cuando todos los que mandan están en el negocio, es absurdo sacar a pasear razones. Si acaso, algún chispazo de cómo la única democracia del mundo se ha enfrentado a la secesión, cuya única salida es la guerra.

En el origen de la guerra hay una insurrección, y por tanto el Gobierno de la Unión tiene el deber de aplastarla –contesta la Corte Suprema a la consulta de Lincoln sobre la rebelión de Carolina del Sur.

Y la misma Corte Suprema ante lo de de Texas:

La Unión no fue nunca una relación artificial o arbitraria… Los Decretos de Secesión, adoptados por una convención y ratificados por una mayoría de los ciudadanos de Texas, así como todos los actos legislativos diseñados para hacer efectivos estos Decretos, son “absolutely null”… (De lo contrario) la guerra habría dejado de ser una guerra contra la rebelión, para pasar a ser una guerra de conquista.
Cosas de la “alt-right”.