Consensos
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
El consenso es el pulgón del oligarca.
Como el “diputado catalán” que describió aquí Fernández Flórez, el oligarca cuida al pulgón, lo saca por las mañanas, lo coloca en las plantas que son para él más sabrosas, le deja hacer allí lo que le da la gana: sorber el zumo, tomar el sol, pasearse, amarse... Luego lo recoge y lo vuelve a guardar en su galería. ¿Qué le exige a cambio de esto? Casi nada. El pulgón exuda un líquido azucarado del que el oligarca hormiguero es tan goloso que por conseguirlo y saborearlo descuida hasta el cuidado de sus propias larvas y deja extinguir la comunidad. ¡Y a ésas hemos llegado!
En el Régimen del 78, y a resultas de la corrupción moral, se solapan hoy dos consensos: el fundador, en el que ya sólo está Vox (y por eso ese partido es presentado por el sistema como antigualla de Recaredo), y el separatista, editorializado (“Pactar Cataluña”) en junio del 16 por el periódico global y bendecido por toda la partidocracia andante, aunque en la puntilla a la Nación (¡que es la Nación lo que estorba!) cada cabestro juega, de la Filosofía a la Academia, el papel asignado por los Floritos que nadie nombra.
–¿Naciones? ¡Huy, qué horror! ¡Qué fascismo más gordo!
Sólo el consenso separatista, que va ganando, hace “comprensible” a un adulto la existencia en la Constitución de ese “drógulus” metafísico del 155:
–Suponga, padre –dice el filósofo Ayer al cura Copleston en la BBC–, que digo “Hay un drógulus allí”, y usted dice “¿Qué?”, y yo replico “Drógulus”, y usted pregunta “¿Qué es un drógulus?” “Bueno, digo yo, no puedo describir lo que es un drógulus porque no es la clase de cosa que usted pueda ver ni tocar. Pero hay un drógulus justo detrás de usted, espiritualmente detrás de usted.” ¿Tiene eso sentido?
¿Tiene sentido la piñata Xavi-Casillas de la Concordia, si Xavi presume de “odiar al Real Madrid” como “te enseñan en Cataluña”? Sí, si hay Casillas que compran que el demonio del odio es… Mourinho, que pasaba por allí.
Cabestros