Godín
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Me ha llegado alguna queja sobre las cosas que pongo del balompié, confundidos los críticos con mi titulación que es ninguna. Ni soy periodista, ni tengo carrera, ni máster, ni ná de ná. Soy bachiller del plan antiguo y sólo me tengo por aficionado mas o menos cabal. La nacencia primero en Burgos y la geografía posterior en la que pací y pazco, S. Sebastián, Pamplona, Castellón y los últimos 30 años Córdoba me han tenido y me tienen en estadios, pongamos menores, pero como mi drogadicción es crónica y mi amigo don Ignacio me permite contar cómo veo el fútbol... pues lo cuento.
No sé si es la edad o las “tontás” que uno oye, pero del fútbol que se tiene por pata negra, ése de la Champions, hace tiempo que llevo alimentando una inclinación que ha crecido sin darme cuenta y es ver al Atleti de Madrid levantar la Copa de Europa. La plantilla del Atleti, el juego del Atleti, el entrenador del Atleti... Todo lo del Atleti se sobrentiende como de menor calidad que “lo” del póker archiconocido: Madrid, Barça, Bayern y Juventus. No sólo de éstas reinonas, sino también del City, PSG ó Liverpool, no sabemos si príncipes o princesas de gustos exquisitos “en el trato del balón” de los que el Atleti carece.
A pesar de los entendidos el gran partido de octavos se jugó ayer en el Wanda para que otro más de los que en teoría saben del asunto, el entrenador Allegri, se sumara al coro de quejosos que desprecia las estrategias atléticas: “contra el Atleti todos los equipos jugamos mal” sentenció en la rueda de prensa final, disculpando una merecidísima derrota ante un rival superior en intensidad, concentración y “güevos”, virtud menor ésta que a veces reclaman los entrenadores “cinco jotas”. El entrenador Allegri tiene mucho crédito entre el periodismo pero su credibilidad viene avalada sobre todo por la solvencia defensiva de la pareja Chiellini-Bonucci en una Calcio monopolizado por su Juventus. Personalmente y téngase por opinión muy particular, creo que Chiellini no tiene el nivel del que goza. Anoche mismo no pudo ni con Costa ni con Morata al que le birló un gol haciéndose el muerto en el roce de un salto. El Atlético no engaña y llevo tiempo sintiéndolo como alternativa porque nadie compite como el y todos sabemos que el alma colchonera bulle reventona en la defensa. Como en la Juventus pero sin delicados poemas.
Poetas le sobran a un City poderoso arriba -a mí el reserva Sané y su como etérea técnica me tiene ganado desde aquél día que salió juvenil ante el Madrid con el Sachalke- pero al que sigo viendo vulnerable atrás; tampoco le faltan a ése Liverpool abrazado por los de natural inconstante y que se apuntan a las novedades. No lo veo eliminado pero el Bayern es el Bayern, a pesar de la necesidad alemana por renovar lo que parece renquear. El Tottenham me sigue pareciendo el mas fiable de los ingleses aunque le pierde un sistema que deja muchos agujeros en los laterales.
Las odas al PSG mas de Mbappé que de Neymar van a cautivar los ánimos ya de por siípredispuestos, pero mucho me temo que Bernat, el goleador Kimpembe, el impulsivo Kherer e incluso el legendario Buffon, uno de ellos o un par, la liarán en cuartos o en semis y la opción francesa se pospondrá un años mas.
Del Madrid y el Barça, los favoritos, decir que les ha ido mejor en el sorteo que en las sensaciones que nos dejan ante Ajax y Olympique de Lyon y supongo que el entrenador Solari andará filosofando a solas en lo conveniente de unos cuartos contra Oporto o Roma, mientras Valverde se pide al Oporto sobre todos los demás pues no quiere volver a vivir pesadillas en Roma.
¡Que aúpa el Atleti!