José María Rodero en Calígula, de Albert Camus
Estudio 1, 1971
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Con el nuevo gobierno (un gobierno de espíritu okupa) estalla en apoteosis el periodismo lambiscón.
–Satisfacer un instinto permanecido salvaje produce una alegría mayor que saciar un instinto domado –avisó Freud en “El malestar de la cultura”.
Y es lo que vemos. Cuando los atapuercos aprendieron a tallar la piedra, exteriorizaron su espiritualidad tallando ídolos totémicos. Cuando los periodistas aprenden a titular la propaganda, exteriorizan su obsequiosidad tallando ídolos ministeriales.
–Un equipo de ensueño para España y para Europa –dijo “Le Monde” (el “Ripalda” del prograjo español) del Arca de Noé del sanchismo.
“Un gobierno de expertos”, aclaraba el cobismo batueco, siendo “experto” cualquiera que no sea de la ciudad.
Por ejemplo, Robles, nacida en León, que al hacerse con la cartera de Defensa dijo (¡y es jurista!): “No hay Estado de Derecho sin Constitución”, lo cual significa que hasta el 78 España fue un Estado de Naturaleza, donde la vida del hombre, descrita por Hobbes, era “solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve”. La de nuestros padres, que en pleno franquismo tenían que ver el “Calígula” de Camus en Estudio 1 en vez de los análisis de Revilla en las tertulias de La Sexta.
Y por ejemplo, Marlaska, nacido en Bilbao, que al hacerse con la cartera de Interior dijo (¡y es jurista!): “Trabajamos para generar un Estado de Derecho”, lo cual, viniendo del ministro del “orden público” (cuyo origen desconoce), significa dar por seria la broma que Bertrand Russell hizo de los hegelianos, cuando dijo que para Hegel la libertad no es más que el derecho a obedecer a la Policía.
Pero es batalla perdida pretender que a estos políticos se les caiga de la boca el “Estado de Derecho”, pleonasmo alemán para enaltecer la monarquía prusiana y que nada significa; de hecho, Schmitt hubo de identificarlo con el Estado de Partidos, cuyo elemento político (la decisión de los que mandan) prevalece sobre el elemento jurídico.
¡Transparencia!