Sandoval y Jesús León
Entrenador y propietario del club, eufóricos
Al comienzo del Córdoba-Spórting
Al final
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Es difícil explicar la temporada del Córdoba. Muy difícil. Quizás, y para que mejor se entienda, habría que hablar de una película de aventuras de las de toda la vida en las que hay malos remalos que hacen padecer a los buenos, pero al final estos se imponen y hacen llorar y aplaudir con rabia a los espectadores de corazón más encogido. En el caso del Córdoba anoche, a todos los cordobeses. A los sensibles y a los duros. “González jó....” fue el clamor de la grada a los pocos minutos de marcar Quintanilla –¡qué listo, este defensa!- el segundo gol. Se repitió varias veces tras el descanso y un servidor no pudo dejar de tener malos pensamientos hacia un tipo que tiene formada una cuadrilla de la que han de cuidarse los pueblos de España como de la peste. Si se le presenta, se le acerca, intenta contactar con usted un tal Carlos González, ex-amo del Córdoba, ya lo sabe.
Este Carlos González, protagonista de la cruel película, pretendía la ruina del Córdoba a cambio de varios millones para su peculio -el descenso se compensa con siete u ocho millones-. Nos tenía a trece puntos de la salvación, con la derrota por costumbre. Vendió a muy alto precio el club como haciendo un favor y despreciando al cordobesismo, al que trataba como a un “mal cliente”. Porque según su punto de vista éramos “sus clientes”.
En fin... lo cierto es que el Córdoba, desde la marcha de Carlos González en los últimos días de enero, en un apurar perverso, hasta ayer mismo ha sumado puntos de campeón y no hubiese sido justo descender. Al final nos sobró hasta el último partido contra el Spórting, porque, como me maliciaba, la Cultural no recuperó el golpe de perder 5-3 el partido que ganaba 0-2 al descanso en Tarragona hace veinte días. Nos sobró nuestro mejor partido de la temporada. Puede que al Spórting le faltara intensidad (creo, con perdón, que anda justo de condición física ) y pecara de cierta relajación, pero jugamos bien. A ratos muy bien. Reyes estuvo sublime y el “niño” Aguado se graduó con sobresaliente como algún mozo de su edad lo hace por estas fechas en la Universidad.
Hemos de agradecer a Sandoval la confianza depositada en un centrocampista que parece tan poca cosa. Dará que hablar el chico, emocionadísimo al marcar el definitivo 3-0 en una carrera generacional con Lora, el pequeño y veterano Lora, al que dejó en evidencia con El Arcángel puesto en pie para reventar de placer en un orgasmo colectivo cuando nuestro “niño” cruzó la pelota ante Mariño con el talento de los elegidos.
Todos estuvieron bien. Me gusta Quintanilla por su inteligencia. Aythami tiene puntos que me incomodan, pero se necesitan tipos así en el campo. A Javi Galán hay que quitarle del lateral y subirle al extremo. Guardiola marcó su golito, mejor su golazo, y esperamos que se quede. Aguza, muy bien, demostrando que es mejor de lo que da a veces a entender. Ramos contundente y serio como ninguno. El lateral Fernández se ha reencontrado y acaba la temporada como una moto.
A quien hemos de agradecer no caer en las tinieblas de la 2ªB es a Jesús León, montoreño que compró el Córdoba en enero y apostó por futbolistas que se han dejado la vida por un club al que no conocían y con el que han demostrado eso que se conoce como compromiso e implicación.
¡¡Grandísimo Aythami en el otro fútbol!! Al entrenador Sandoval, que sabe motivar como pocos y sacar fruto de donde parece que no hay más que arideces; y sobre todos los jugadores, a dos, a Kieszeck, nuestro portero polaco -un especialista, no un futbolista-, que nos ha dado muchos puntos y al que piden para el Liverpool, y a Reyes, que ha puesto los goles que se precisaban para soltar la desesperación que nos angustiaba.
¡Ah! Del Spórting, poca cosa. Y eso que al final jugaron los buenos. Carmona, Santos, Barba, Álex Pérez... Yo los veo chungos. Los he visto regular toda la temporada y lo tengo puesto aquí, pero que no valga mi opinión. Para mí que la cosa va a estar entre Zaragoza y Valladolid. Veremos.
¡Gran día ayer!