Fondo Norte de El Plantío
Fondo Sur
Francisco Javier Gómez Izquierdo
La sucesión de despropósitos, conforme a mi modesta opinión, de la semana pasada en España me ha “pillado” en Burgos entre Ribera y cordero y lo he ido discutiendo con EL AMIGO Gaitu, metiendo madrugadores kilómetros desde Fuentes Blancas al Parral, pasando por esa nuestra Quinta sampedrera que ahora llaman “paseo de los atletas”, en el puente que colocaran en el Arlanzón a la altura del Fondo Norte de El Plantío, hoy en plena demolición. Como burgalés me acuso de que aquí se inventó el hortera “hola fondo norte”, convertido en costumbre nacional.
De política he hecho propósitos de hablar ya lo justo, porque ni sé ni comprendo. Me he dado cuenta de que es asunto que llevan “gentes” con otras mentalidades formadas en nuevos métodos de estudio para mí incompresibles. De fútbol tampoco entiendo pero lo veo mucho y algo se me queda, aunque reconozco que no presto atención cuando se habla de millones por los fichajes y maniobras entre directivas, escaldado por el último descenso federativo del Burgos CF al que entrenaba Enrique Martín en 2002 en provecho de un Levante que ¡a saber a qué tratos llegó con el infausto Quintano Vadillo!
El episodio del descenso administrativo del Burgos no les interesa a ustedes un pimiento, pero a aquel Levante filibustero llegó al poco, dos o tres años, Luis Rubiales como jugador y se puso a reclamar los derechos -dineros- de unos compañeros que se los habían ignorado a los de mi equipo. En ese Levante de hace unos diez años se vivieron varios episodios curiosos y no sé por qué a este Rubiales desde entonces no le he tenido ninguna simpatía. Ahora es presidente de la FEF, dando por buenas las sospechas que hace años teníamos de su persona y pusimos en Salmonetes...
En el asunto Lopetegui no soy quién para afirmar que ha actuado correcta o incorrectamente, pero como soy de los que cree que la palabra dada, los contratos, la jerarquía y la formalidad han de ser principios de comportamiento (¡soy un antiguo, lo sé!), la decisión de Lopetegui me parece además de egoísta, improcedente, inoportuna y por supuesto desestabilizadora... sin entrar a considerar esos “güevos” alopécicos del presidente de la Federación que tanto nos recuerda a Paco Jémez cuando se pone estupendo.
Mal, muy mal todas las partes ¡con lo chulo que tiene que ser ir por los campos siendo seleccionador! y confieso que me ha cabreado mucho porque el mes del Mundial es una gozada para quien suscribe y más cuando tenemos equipo para ganarlo. Ante Portugal y teniendo en cuenta las circunstancias previas y el virus “Karius” de nuestro De Gea lo pasamos con un “bien” antiguo que estoy seguro de que mejorará. No ha habido hasta hoy, a mí así me lo parece, mejor equipo que el nuestro -sólo me he perdido el Dinamarca-Perú- a la espera del debut de Alemania y Brasil esta tarde, junto a España, los tres máximos favoritos.
De Francia espero mucho, pero Deschamps pone a Tolisso en vez de a Matuidi al que considero mucho más necesario que Pogba o Mbappé en el equipo. A los tres minutos de salir, los bleus marcaron el gol de la victoria. De Argentina nunca hay que fiarse porque se clasificará a pesar del atosigante arrojo islandés y habrá que defender a Messi a la islandesa sin islandeses. Rusia metió cinco goles a uno de esos equipos extraños que aparecen por los mundiales. Dos los hizo Cheryshev, hijo de Dmitri Nikolayevich Cheryshev, un extremo bajito y veloz que defendió a ese Burgos que se mantuvo en 2ª en 2002 y al que los “manejantes” del fútbol cambiaron por el Levante. El mozo va todos los veranos a Burgos y alterna unos días con sus antiguos compañeros de colegio. De paso saca unas perras con una escuela de fútbol a su nombre.
Aprovecho para zanjar la 2ª. Me equivoqué con el Zaragoza, al que se le fue el sueño en ése minuto 93 fatídico para tantos, en favor de mis paisanos pelendones del Numancia, pero permitan que presuma con el acierto del Valladolid, hoy ya de Primera, al que puse en disputa con los maños por el puesto de honor que quedaba. Me alegro, por sobre todos, Kiko Olivas, al que un gol de Villa, empezando en el Villarreal, lo vistió para siempre de una especie de tristeza que atraía la ferocidad de sus propios aficionados cuando la cosa no pintaba bien. ¡¡Cuánto lo defendí en Córdoba y cuando subió con el Gerona a Primera!! –Pero lo han echado, me decían. Ha vuelto a ascender. Con Antoñito de lateral derecho. Dos defensas que salieron del Córdoba sin el mínimo reconocimiento y con el disgusto de un servidor.
¡Enhorabuena Pucela, por vuestra particular Champions!