lunes, 14 de mayo de 2018

Triunfo blanquiverde en Vallecas. 2-1

 Taquillas de El Arcángel

El patio de la Legión en Córdoba


Francisco Javier Gómez Izquierdo

   Se disputó ayer la jornada 39 de un total de 42 en Segunda División y aún queda casi todo por decidir. Sólo dos puestos de descenso están ya adjudicados -Lorca y Sevilla Atco.- e incluso estos dos equipos que en teoría tendrían que ser islotes en los que tomar aliento  durante la bajada de este amazónico río que es la categoría de plata del fútbol español, muerden con venenos insospechados en tardes que presagian bonanza. Que se lo pregunten al Gimnástico de Tarragona en Sevilla o al Numancia en Murcia.

    En jornada que amenazaba ser aciaga, pues el Barça B había ganado en Gijón y el Alcorcón empatado en Huesca, nos la enmendó un poquito un Lugo de excordobesistas en León, donde debimos plantar nuestros reales hace quince días, pero a los diez minutos, otro que fue de los nuestros, el “cristianito” Raúl de Tomás, nos hundió en la más absoluta miseria con un gol de futbolista de Primera. Las casi mil gargantas que acompañaron al equipo hasta Vallecas enmudecieron ante el luto inminente, pero esta afición, respetada por clásica, es “inasequible al desaliento” y ya tenemos dicho que está prohibido defraudar a tanto valiente.
     
El entrenador Sandoval puso un once extraño, ¡vamos, que no me gustó!, pero en nuestro equipo, “fueraparte” consideraciones tácticas y técnicas,  hay una cosa clarísima y es que la salvación pasa por Reyes y Guardiola. Si éste se desprendiera  a veces del egoísmo natural del delantero centro y concediera las asistencias a las que está capacitado como demostró en el 1-1 de Fernández, y al sevillano sus compañeros le entendieran las intenciones cuando pasa el balón, es seguro que mejor estaríamos, pero reconozco que los goles los cuelan los goleadores por egoístas y Guardiola es un goleador. Como De Tomás, al que pitaba El Arcángel cuando tiraba desde cuarenta metros.
    
Con el partido cuesta arriba, el Córdoba salió en la segunda parte como la legión: a vencer o morir. A los centrales rayistas, mejor el cordobés Dorado que el lento Abdoulaye, les temblaban las piernas cada vez que miraban a Guardiola por lo que el manacorí convirtió en propicia la tarde con una asistencia y un gol, tras soberbia asistencia de Reyes, como el de De Tomás. De jugador de Primera.
      Luego ganó el Almería, malo para nosotros, al Granada de M. Ángel Portugal y el Gimnástico perdió, bueno para nosotros, en Sevilla, donde imagino no pensaban los tarraconenses que ocurriera.
      En los tres partidos que quedan cualquiera puede ganar a cualquiera y el resultado que se dé no ha de sonarnos a sorpresa, pero creo que el Rayo, un tanto prepotente ayer tras el 1-0, ascenderá junto al Huesca. Me parecen mucho mas sólidos que el Spórting, al que no acabo de ver en Primera. Zaragoza y Valladolid acaban con ganas de  "hacer la Pascua" a los asturianos porque están empezando a cargarse de argumentos goleadores con Borja Iglesias y Mata, y creo que debemos felicitarnos por no tener que enfrentarnos a ninguno de los dos.
        
El calendario va a ser decisivo y nosotros no lo tenemos malo (Almería y Spórting  en El Arcángel y un Reus salvado). El domingo recibimos al Almería, al que debemos ganar como sea; el Gimnástico tiene que jugar contra Sporting y Huesca; el Alcorcón con Rayo y Almería. El Barcelona B... en fin, ya saben, las cuentas de los emocionantes finales de Liga sólo posibles en Segunda División.