Bable
Eran langostas fritas. Un europeo es capaz de comer una rana, como los franceses, o de asistir a un banquete político o literario como los que aligeran las despensas de los hoteles madrileños de todas las substancias en putrefacción; pero no comprenderá jamás que se pueda ingerir un insecto.
Wenceslao Fernández Flórez