En La vida de Brian, Stan quiere ser madre y que le llamen Loretta
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
En “La vida de Brian” (¡1979!), Stan quería ser mujer y que le llamaran Loretta. ¿Por qué? Porque quería ser madre.
–Tú no puedes parir.
–¡No me oprimas!
–No es que te oprima, Stan. Es que no tienes matriz. ¿Dónde vas a gestar el feto, en un baúl?
Judith tiene una idea: Stan no puede parir, “lo que no es culpa de nadie, ni siquiera de los romanos”, pero sí puede tener derecho a parir. Aunque no tenga matriz, tiene derecho a ser madre. Y, como símbolo de lucha contra la opresión, todos deciden reivindicar ese derecho que hoy Ciudadanos, un partido del Estado, convierte en ley.
La gestación subrogada es el “Adiós, cigüeña, adiós” de Rivera, que para su maternidad centrista pide madres altruistas (“low cost”) de 25 años y con pasta, es decir que quiere poner a gestar para el pueblo a las marquesas de Serafín, un poco como Cuadri cría canarios de canto y toros de lidia en “Comeuñas” y “Cabecilla Pelá” de Trigueros, Huelva.
La ley de C’s roza las “Normas para el Parque Humano” (¿recuerdan la escandalera que Habermas, el abuelo de Majaelrayo de la socialdemocracia, le montó a Sloterdijk por ello?), pero esta vez va en serio: Felisuco, el Mendel del Pas, podría ocuparse de la selección; Garicano, el Estapé de la London, calibraría la economía de la gestante; y Toni Roldán, el Hermano Manuel del Tibidabo, atendería la parte homeopática de la cigüeña liberal.
La igualdad y más tarde la democracia han sido los gritos de guerra nominales del liberalismo, pero los liberales, observa Santayana, nunca han deseado en realidad tales cosas. En realidad, sólo deseaban que los llamaran Loretta.
¿No se queja Marx en carta a Engels de que su mujer ha dado a luz “fuera de su casa más por razones burguesas que físicas”? Las “razones burguesas” son ahora “razones liberales” que ponen patas arriba a Freud, empezando por el complejo de Edipo (¿con qué madre se acostará Edipín?), aunque harán que suban las acciones de las empresas de psicoanálisis.