Suna era una ruidajera incontenible, y para hacer ruido en su lago, donde no podía ladrar, con el agua al cuello, robaba un botellón de Font Vella vacío y se hacía con él un olifante que impulsaba a golpecitos de trufa, al nadar, como si el mundo, que estaba durmiendo la siesta, se fuera a acabar. "I am a great noise in Illinois", dicen los gringos. Suna fue un gran ruido en su Illinois, el pequeño lago convertido en su gran provincia. Un cormorán de titiritainas: así recuerdo a Suna.