Hughes
Abc
Al leer la noticia pensé que se trataba de una broma.
Al leer la noticia pensé que se trataba de una broma.
Un político noruego, Karsten Nordal Hauken, violado en su casa por un somalí demandante de asilo, confesó en una entrevist que su vida se había sumido en una crisis depresiva tras ello, un bache de drogas y alcohol.
Pero no sólo por las secuelas psicológicas y físicas, como podría pensarse. También por un fuerte sentimiento de culpa y de responsabilidad, dado que el somalí fue deportado.
La incertidumbre sobre su destino, y el ser en parte responsable, le provocó un fuerte problema de conciencia. “Un sentimiento de culpa y responsabilidad”.
La noticia es fascinante -salvando, claro, la agresión-. Este político noruego, o mejor, su conciencia político-civica, es tan enorme que bien podría ser declarado el europeo del año.
Pero no lo digo con ironía, no, lo digo con absoluta admiración. Creo que el entramado judeocristiano-post 68, que el alma socialdemócrata, llega con este hombre a su forma más fina, a su tipo más logrado.
Es un ejemplo de europeo. Qué digo ejemplo, ejemplar. Se ha conseguido con él, y en él, lo que buscábamos: una conciencia cívica responsable más allá de la religión.
Europeo del año.