Los cambios en el hemiciclo eran muchos. Ninguno incluía a Rajoy, que rumiaba [¿un chicle?] las palabras de Sánchez como si fuera un venado viejo en el pasto. A su lado, Sáenz de Santamaría. Había llegado capitaneando a sus gaviotas, entre las que estaba Lasalle, que miraba con recelo a los «cesaristas bonapartistas posmodernos» [como definió a Albert Rivera]. En la segunda fila, mientras Sánchez hacía analogías entre alta cocina y gobierno, Dolores de Cospedal -normaduvalizada- no cesó de parlotear con Hernando. Natural, en el PP se contemplaba la sesión como una «pérdida de tiempo».
Blog de la vida privada ("Humanismo es telecomunicación fundadora de amistades que se realiza en el medio del lenguaje escrito." Peter Sloterdijk)
martes, 1 de marzo de 2016
Snchz en su país multicolor
Los cambios en el hemiciclo eran muchos. Ninguno incluía a Rajoy, que rumiaba [¿un chicle?] las palabras de Sánchez como si fuera un venado viejo en el pasto. A su lado, Sáenz de Santamaría. Había llegado capitaneando a sus gaviotas, entre las que estaba Lasalle, que miraba con recelo a los «cesaristas bonapartistas posmodernos» [como definió a Albert Rivera]. En la segunda fila, mientras Sánchez hacía analogías entre alta cocina y gobierno, Dolores de Cospedal -normaduvalizada- no cesó de parlotear con Hernando. Natural, en el PP se contemplaba la sesión como una «pérdida de tiempo».