jueves, 3 de diciembre de 2015

Todo el año es carnaval

      

La Caleta
Bici de madera

Francisco Javier Gómez Izquierdo

        Ayer miércoles salí de casa a las seis y media de la mañana y no volví hasta la hora del telediario de las nueve. Mientras daba novedades a mi doña noté nerviosos a los locutores de la cadena Tres porque no sabían cómo tratar una masacre de inocentes transmitida en directo desde San Bernardino, pueblo al que, cuando era joven, regresaban alborozados Los Mismos en busca de la paz de su alma, como les decía su papá. Al poco apareció uno al que dicen cantante que también antaño se bautizó a sí mismo Ramoncín y proclamado rey del pollo frito como podría haberse titulado príncipe de la nariz larga. El hombre se explicaba ante el juez y como en estos tiempos se ha abandonado toda discreción se quejaba a Su Señoría de una persecución que ni Jesús en el Calvario y que por eso tuvo que echar mano de su extraordinario talento y pedir por no se sabe qué trabajos unos dineros muy merecidos. El fiscal cree que no son así las cosas, pero lo que me resultó llamativo fue la desfachatez de un dicen que cantante al que llevo viendo años y años charlotear creyendo que pontifica. Me da que el eterno adolescente aún piensa que alguien le escucha.

        De pronto apareció en pantalla la portada de Interviú con una guapa medio desnuda que resultó ser la concejala de Castilleja de la Cuesta, ex-miss sevillana con muchos más aires aún que el cantante Ramoncín.  La guapa es señora por casada, concejala por Ciudadanos de Castilleja y se cree imprescindible en su pueblo. Carmen, que ése es su nombre, dice que se desnuda para lavar su imagen. ¡Vaya con este feminismo que no hay quien lo entienda!  Añade la Ciudadana en la tele que entre ella y su marido tienen no sé cuantas carreras y que, claro está, en Andalucía no hay quien iguale su currículum y de Despeñaperros “p’arriba, poquitos y poquitas..”.  Como Ramoncín, la señora se siente perseguida por un “ellos” intangible y abstracto e intenta mover a compasión a individuos que debiéramos escandalizarnos porque estos personajes no reciban lo que en verdad merecen...

    ... pero fue probando las croquetas que mi doña había sacado del cocido del martes cuando llegó el acabose del día. Mi chico, que ya tiene fijado el viernes de febrero que intentará ver a Martínez Ares en preliminares, recibía cada diez segundos ocurrencias gaditanas transmitidas urbi et orbe por el twitter, en un suceso que resultaría gracioso si no fuera tan estúpido. En verdad mueven a risa estas torpezas democráticas en las que nadie tiene la culpa por diluirse entre tantos la responsabilidad de las cosas mal hechas; no es cosa de señalar a Chendo, al míster, al director deportivo, al presidente o al que recoge los faxes en las oficinas del Bernabéu, pero el futbolista Cheryshev debería tener mucho más conocimiento de los Reglamentos y un mayor control sobre sus situaciones disciplinarias. Como buen cateto que soy tenía a Cheryshev como mozo sensato al que no se le había subido el pavo, por verle los julios en Burgos visitando a sus amigos de niñez -llegó con su padre a El Plantío por el dos mil o así- pero se ve que ha salido descuidado e irresponsable como buen logsiano.
      
De todos modos hay cosas que sólo suceden en Cádiz y días como este dos de diciembre parece enviado por las musas del Carnaval para inspiración de comparsas y chirigotas. ¡No van a tener febrero Ramoncín, Carmen la concejala y este Cheryshev aturullado al que le falla la terminación para las rimas!

       No sabía para dónde tirar este puente, pero entiendo que es tiempo de guasa, y para guasa, Cádiz.