(Notas apresuradas tomadas en la estación de Sants mientras esperaba a mi mujer, que venía de Pamplona)
He aprendido que
1. La pedagogía va camino de convertirse en una rama de la psicopatología.
2. Es evidente que a la escuela se le pide que cure las heridas reales o potenciales del alma.
3. Hace cuarenta años los papeles estaban repartidos de esta manera: los padres se preocupaban de darle cariño al niño y de ponerle un plato en la mesa; el cura atendía a su educación emocional y el maestro se ocupaba de la instrucción. Hoy la familia vive una situación curiosa, caracterizada por que la madre ha salido y el padre no ha entrado (¿y se le espera?), los curas han desaparecido de la vida del niño y la escuela va asumiendo progresivamente más responsabilidades. Como no se pueden asumir todas por igual, para cumplir con unas, hay que abandonar otras. La escuela ha decidido abandonar la instrucción.
4. Para educador emocional, Hamlet: "¿Debería como una ramera abrir con palabras mi corazón?". Hoy muchos maestros le contestarían: "Sí, que si no somatizarás tu silencio". En resumen: Shakespeare es un maestro antiguo.
Y en esto han anunciado la llegada del tren.