ELEGÍA AL JARDÍN DE MI ABUELA
(con una dedicatoria y un suspiro)
Vainica Doble
Encanto suave y placidez
de aquel rincón de mi niñez,
corazón que hoy late en cuerpo ajeno,
sofocado en un moderno hotel,
verde cogollito dulce y bueno,
entre la piqueta y la pared.
Presencia mágica de ayer,
querencia que me hace volver
para sumergirme en su embrujo
y aturdirme una y otra vez,
infeliz rincón de hotel de lujo,
alegre jardín de mi niñez.
Meriendas de tía Sofía,
café con rosquillas de tía María,
días en familia, primos y hermanos,
la tía Cecilia tocando el piano.
El jardín de mi niñez,
tierno en San José, florido en Trinidad,
cálido en San Miguel, prohibido por la Navidad.