lunes, 31 de agosto de 2015

Chivolito

El auténtico Chivolito en acción


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Chivolito, mote de Salomón Noriega Cuesta, al que dicen Chivolito por una verruga en la frente, es un humorista de velorio reporteado por Alberto Salcedo Ramos:

    –Chivolito llega al velorio a las ocho de la noche... Da el pésame a los deudos y se sienta al lado del ataúd. Allí permanece un rato en silencio, con el rostro desconsolado. Es su manera de expresar respeto por la ceremonia religiosa. Luego se va al patio y comienza su función, que suele prolongarse hasta el alba.
    
En este velorio de España el papel de Chivolito lo hizo ayer Felipe González, Gonzalón, con un artículo de fondo sobre Cataluña, de Tarradellas (“¡Cony! ¡Quina Catalunya ens a deixat Franco!”) a nuestros días, estos días azules y este sol de la infancia, que dijo el poeta soriano de Pdr Snchz.
    
Dice Gonzalón no tener responsabilidades (si se refiere a que nadie se las ha pedido nunca, lleva razón). También dice “gobernanza” (palabro robado a Strauss-Kahn) por “gobernación”. Y “castellano” por “español”, prueba de que no se le da bien ninguno de los dos. Más una disertación sobre la teoría de la conectividad de Arturo Mas, sacada urgentemente de algún apunte wikipédico sobre la noosfera del jesuita Teilhard de Chardin, padre de la Red. O sea, chivolitadas.
    
Porque nadie recuerda (él, desde luego, no lo hace) que fue Gonzalón, “superando la pesada herencia de la dictadura” (la misma que protegía a “Isidoro”), quien impuso el sistema electoral proporcional (base de la partidocracia) y las autonomías (la idea era colocar a la futura militancia de provincias). Gonzalón, amigo y jefe de Pascual Maragall, prologuista de Rubert de Ventós, filósofo bajo palabra de honor y con un amigo en “Madrit” que le imploraba que se quedaran en España:

    –¡Si os vais de España, soy más moro!
    
“Moro”, aquí, sólo era Gonzalón, a quien no encarceló nadie, ni siquiera Fraga, como dice otro Chivolito, Durán y Lérida, pues Fraga sólo encarceló a Trevijano… y para favorecer a Gonzalón.