Hughes
Abc
Se ha estrenado el cortometraje de Amenábar para una conocida marca de cervezas. Está en la línea de los últimos años. Se ha definido una trilogía publi-cervecera: sol, sur y alegría en Andalucía; en Madrid más individualismo (yo y mi botellín), tertulia, urbe y celebrities (sale Vaquerizo, que va a desplazar incluso a Rebeca de su anuncio «Aurgi»). Y luego, vía Barcelona, una especie de misticismo mediterráneo y vacacional. Quim Gutiérrez actualiza la mirada landista (Pep Landa) del español en verano. Es el retorno al mare nostrum del hipster, asimilada ya la cultura pop americana. Una Ibiza formenterizada, nada acid, sólo vagamente setentera, y una pandilla perfecta con un punto de recato a lo «Friends». Chicos y chicas en el maravilloso momento pre-orgiástico, pero pacatos, post CIU. En estos anuncios destaca el grupo («My friends are the más»). Es lo que se ve ahora en la publicidad. En un anuncio de pizzas actual aparecen grupos humanos que hieren de felices, como belenes en torno a una pizza barbacoa. La publi ya no vende la emancipación personal, ni el sexo, la nueva belleza es la pandilla. Con las tecnologías somos nuestros contactos y esos contactos nos los creamos nosotros, nacemos sin ellos, ni el dinero ayuda. Ni siquiera el Estado puede darnos amigos. El solitario mira esos anuncios como antes mirábamos a la modelo del «Busco a Jacq’s». De alguna forma, los productos nos prometen una apertura al mundo. En este luminoso spot además está la cosa de imaginar que de repente irrumpe allí Pablo Casado con una cervecita: «Love of Lesbian... Johnny Cash».