El precio de nuestro funeral
Duelistas padre e hijo
Francisco Javier Gómez Izquierdo
El Córdoba ha ganado en El Arcángel un partido. Fué al Granada. Aún éramos de Primera y Caparrós arrastraba una depresión preocupante. El Granada es equipo tan mediocre como el Córdoba, el Dépor, Almería y ese Eibar al que se le ha caducado el frasco de una poción mágica no ha mucho tiempo fresca y saludable. Es posible que el Córdoba sea el más mediocre de los cuatro, pero tal circunstancia no evita que la prensa local pida a nuestra banda de futbolistas sin jerarquías y sin espíritu la repetición de la hazaña del 72, que no es otra que quitarle la Liga al Barça.
Hemos contado que en el mes de mayo de hace 43 años, Fermín marcó de penalty un gol a Reina, portero del Barcelona, que puso en bandeja la Liga al Real Madrid. Por entonces el Córdoba también estaba descendido y como entonces tenemos un madridista cedido al que se le supone calidad y compromiso. Borja García, el Fermín de hogaño, a mí me parece indolente y despreocupado, de mucha postura y bracisuelto, de trote gandul y presuntuoso por su pertenencia al equipo blanco, pero en realidad, el mediapunta jugaba casi nunca en el Castilla que descendió a 2ªB. Borja García no tiene sitio en el once, pero el amo del Córdoba, recolector de supersticiones con coro tribuletero, es posible que interceda por su titularidad para que se repita escenario y protagonista.
El amo del Córdoba nos ha pedido a los abonados cuarenta y siete euros con cincuenta céntimos -mi localidad de preferencia-, como si asistiéramos a un partido de fútbol y no al funeral de una tribu tan perdedora como variopinta y que él nos vendió capaz de conquistar la europalí. El amo del Córdoba no dice los suplementos que hemos retirado los abonados, pero ya les garantizo que menos de la mitad. Desde el nartes y para los aficionados culés están a la venta por 95 euros las localidades de preferencia y a 120 las de tribuna, con lo que el negocio le va a salir redondo a Don Carlos. Las peñas azulgranzas de Jaén, C. Real, Málaga, Sevilla... han solicitado entradas para arropar a Messi y a Neymar y todo apunta a preponderancia de público visitante.
Al amo del Córdoba no le ha dado la gana tenernos en consideración y premiar nuestra fidelidad a una temporada catastrófica. No nos jugamos nada y sólo nos queda asistir al entierro de nuestro equipo con la dignidad debida, pero el amo del Córdoba nos exige pagar mucho dinero por cargar con un muerto del que es el máximo responsable. En el cordobesismo no hay tanto masoquista como un servidor y el amo del Córdoba lo sabe. El amo del Córdoba reclama excitado clientes barcelonistas para la tarde del 2 del mayo. Clientes que paguen el doble que unos incautos a los que ya no se puede despreciar más. Confieso que veré en directo la tragicomedia de Don Carlos González en El Arcángel, con mucha menos emoción que cuando nos las teníamos con el Pontevedra de Fran Rico, aquel cerebro madridista que ejerce en el Granada, nuestro próximo rival y que también coincidiera en 1972.