La Puerta de Berlín hace dos meses
Francisco Javier Gómez Izquierdo
De fútbol creemos saber todo quisque, pero el fútbol no entiende de sabidurías tan repartidas. En el sorteo de semifinales de Copa de Europa, y no me desmientan los amigos del toro pasado, el aficionado veía a la Juventus como la dulce perita que se había colado entre el trío de ases: Barça, R. Madrid y Bayern. El Calcio es ya liga menor y la Juve quedó segunda en el grupo del Atlético de Madrid. Alguno de sus futbolistas tienen nivel medio alto, como Pogba, tranco poderoso y un tanto intimidatorio; Vidal, incansable molestón; Tévez, tan sobresaliente en el esfuerzo como impredecible en noches de luna llena; Buffon, un portero de toda la vida... y Morata, al que un servidor defendía hace más de dos años ante la indiferencia de los madridistas más fieles. Morata tenía técnica, cuerpo, se desplazaba desde la izquierda como el torpedo del submarino de los malos, remataba bien con la izquierda, con la derecha y con la cabeza. La tarea de sus entrenadores era ordenar tantas virtudes y quitarle ansiedad y prisa. En la Juventus está aprendiendo y me parece que cuando se doctore será uno de los grandes goleadores europeos, porque disparará desde un submarino bueno.
Los que saben de fútbol dicen que Pirlo es el alma bianconera, pero ya tengo dicho que en Pirlo hace años, y digo años, que no veo lo que otros ven. Que si elegante, señorial, aristocrático, guapo.... Para mí, y con perdón, casi un intruso en la alta competición... pero la Juve no ganó la eliminatoria. La perdió el Madrid y las tácticas experimentales de su entrenador Ancelotti, que nos descubrió al final de temporada a los mediocentros Ramos e Isco. Quizás Isco pueda hacer de Modric contra el Español o el Córdoba, pero a los mediocentros de alto nivel hay que verlos contra el Barça, Chelsea, Bayern e incluso Juventus. Si, pongamos Khedira o Illarramendi, no son del gusto del míster, que no les de la titularidad, pero cuando no hay sustituto lo procedente es echarlos a los leones por ver si son capaces de domarlos. De verdad que no entiendo el desprecio hacia Illarra.... de los mismos que veneran los paseos de Pirlo. Además a Illarramendi yo no lo veo feo.
Particularmente creo que el juego del Madrid carece de personalidad. Gana los partidos porque sus futbolistas son muy buenos, pero no tiene soluciones en los grandes duelos. Por ejemplo, uno, que no es nadie, se hubiera atrevido a probar a Bale de lateral para que esté atento los 90 minutos y puede que Isco y James se estorbarían menos, pero ya se sabe que todos creemos entender de fútbol.
La otra eliminatoria la arregló Messi a falta de un cuarto de hora en el partido de ida. En el Bayern faltaron Robben y Ribery, o sea la pegada, y aunque tuvo mérito la esgrima alemana en el Camp Nou, los combates se deciden a veces por K O y no hay puñetazo como el de Messi. Sorprendente y genial. Lírico y virguero. Contundentemente decisivo. Tan decisivo, que en Munich no hubo partido.