Luz en la Judería
La Paz
Francisco Javier Gómez Izquierdo
El palio de María Santísima de La Paz y La Esperanza es el orgullo de su cofradía. El palio de La Paz es regalo para el capillita cordobés y manantial de admiración para el visitante que ocasionalmente pasa la Semana Santa en Córdoba. Mi madre, devota mariana donde las haya, nos visitó hace unos veinte años por Semana Santa y, parada ante la Virgen de Capuchinos, no dejaba de repetir “¡qué lujo! ¡qué palio! ¡cuánta riqueza!” Mi madre, que en su humildad tejió un manto para la Dolorosa de mi pueblo, quedó impactada en el barrio de Santa Marina y más cuando al girar la cabeza se topó con el respetuoso mirar de Don Julio Anguita en sandalia franciscana, al paso del paso.
Me dicen que en el palio de La Paz se llevan metidos muchos dineros y como los hermanos quieren seguir siendo generosos con su Señora, no reparan en gastos. Hasta cristalitos de Swaroski hay incrustados entre tanta planta en hilo. Sí, la Virgen de la Paz y la Esperanza tiene mucho brillo y su cofradía tiene normas a las que llama preceptivas para la estación de penitencia, pero en la procesión hay demasiados niños y demasiados familiares y amigos de charla con los hermanos.
Me parece ver, y que me perdone el costalero Miguel con el que tantos buenos ratos he pasado, demasiado postureo y poco respeto por las normas. El tercer punto de la quinta norma dice así: “..está prohibido durante el recorrido, mirar atrás, hablar, saludar y comer o beber...” y por ejemplo en la séptima se exige a los hermanos nazarenos, acólitos, mantillas, capataces y costaleros guardar en todo momento un comportamiento acorde con la estación de penitencia que se realiza.
Mi madre, con 85 años, está estupendamente -“gracias a la Virgen”, nos dice a los cinco Izquierdos-, pero ya no le apetece viajar. Si mi madre hubiera visto este año a la Paz y Esperanza habría vuelto a emocionarse, pero ¡ay!, cuánto sufriría ante ciertos comportamientos en la procesión...
Palio de la Paz
Niños, padres y demás parentela
La chispa de la vida
“..pero junto a la Cruz de Jesús estaban su madre y la hermana
de su madre, María de Cleofás y María la Magdalena..”
Juan 19 v.25
“...uno de los guardias que allí estaban le dió una bofetada
a Jesús, diciendo ¿así respondes al sumo sacerdote?”
Juan 18, v.22