Justicia a la puerta
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Tengo la sensación, pudiera ser que equivocada, de que debo pedir disculpas continuamente por entender diferente de como pretende una tribu de varonas que ha conquistado leyes, administraciones y pensamiento. Esta especie femenina, de natural amargada y reivindicativa, a mí me parece que no está al cabo de la calle y que todo lo impone apantalonada, como si su opinión fuera palabra de Dios.
El otro día, y después de que los telediarios nos explicaran lo injustos que son los yanquis por tener 9 años presa a una madre, como si en España no encarceláramos a los padres por más tiempo y mucho menor delito que la señora condenada por secuestro, el BOJA convoca unas oposiciones para el SAS de Cardiólogos, cirujanos, traumatólogos, cirugía pediátrica, plástica, urología, etc., además de chóferes, celadores, cocineros, en las que en caso de empate entre hombre y mujer la plaza se adjudicará a la mujer, porque es de justicia aplicar la “discriminación positiva”. Para desempatar en plazas para especialidades médicas o áreas de trabajo en las que hay mayoría de mujeres, no. Ahí no se aplicará discriminación positiva en favor del sexo masculino, porque nada puede ser positivo si es hecho por mujer en favor del varón.
A la madre española encarcelada en EEUU la ha liberado una jueza porque la víctima -en países bajo el imperio de la ley los hombres también pueden ser víctimas de las mujeres- quiere que su ex-esposa atienda a su hija y así se lo ha hecho saber por escrito al tribunal. Estas formalidades son convenientes al Derecho de las naciones, pero los demócratas españoles mantienen que a la condenada en América una jueza española le había dado la custodia de la hija. Nadie repara en el derecho del padre, en las formas de secuestro, en los desacatos ante los tribunales de jueces serios y formales... No. Los derechos de las mujeres sólo se cumplen en España, donde se hacen las leyes más avanzadas del mundo en pro de un colectivo de continuo discriminado. Por eso el Gobierno Andaluz, como todos los gobiernos de España, feminista y beligerante contra el art. 14 de la Constitución Española, decide en favor de la mujer y aboga por una supremacía de varonas que nos ponga a los hombres en el lugar que nos corresponde: en la cárcel ó en el paro.