domingo, 14 de diciembre de 2014

Los muertos y las muertas. Severo Ochoa


SEVERO OCHOA
1905-1993

Severo Ochoa fue distinguido en 1959 con el Nobel de Medicina por su descubrimiento de la “piedra Roseta” de la clave genética: “Yo iba tras una cosa cuando surgió la síntesis de uno de los compuestos esenciales de la vida, el ácido ribonucleico.” Dalí, compañero suyo de la Residencia de Estudiantes, le pintó un cuadro con la siguiente explicación: “Dios no juega a los dados, dijo Albert Einstein mucho antes del descubrimiento de la escalera de ADN, por cuyos escalones viajan los ángeles en el sueño de Jacob que yo tuve la noche antes de dibujar el cuadro para Severo Ochoa: ellos simbolizan los mensajeros genéticos o moléculas de polinucleóticos que fueron sintetizados por primera vez en el laboratorio de Severo Ochoa. Aunque yo no soy un científico, debo confesar que los eventos científicos son los únicos que guían constantemente mi imaginación.” Dios, tenía dicho Platón, sólo hace Geometría.

IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)