ANDRÉS SEGOVIA
1893-1987
Andrés Segovia fue el mejor guitarrista del mundo. “Me he inventado una leyenda: Apolo corría tras una ninfa y la pobrecita miraba atrás, angustiada. Apolo, galante, le prometió no amenazarla más y ella cayó en sus brazos e invocó a su padre, que era un demiurgo que la transformó en el árbol de laurel de Dafna. Desde entonces se corona a los dioses y a los vencedores con laurel, y de aquella madera hizo Apolo la primera guitarra: poniendo, por fuera, una alusión a las curvas femeninas, y dentro, un poco de histeria.” Bach fue, para Segovia, el Himalaya de la música. Y Segovia convirtió la guitarra en la voz más auténtica de Bach. Esta voz es tan auténtica de Bach, diría Madariaga, que, por serlo de él, es la voz de Europa: que Europa es la síntesis más perfecta de serenidad de pensamiento y de pasión del ser que el mundo de los hombres ha conocido.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)