Hughes
Bartomeu, el Presidente del Barça (ser tan poca cosa que le pones a todo mayúsculas porque todo parece importantísimo, mayúsculas en realidad de la antisolemnidad, mayúsculas de la pequeñez), pues va Bertomeu y dice hoy que Xavi se ha ganado “el derecho a decidir su futuro”. ¿Habrá sido un lapsus? ¿Lo diría totalmente en serio?
El otro día escuché al periodista Enric Juliana sostener la idea de que lo del derecho a decidir había empezado ya a extenderse por España a través del lenguaje. "Cataluña, avanzadilla de las Españas" y todo eso. Citaba, creo recordar, los argumentos de quienes desean votar al nuevo Rey o de las personas del Partido Socialista que reclaman apertura y votaciones a gogó. Pero yo creo que se equivocaba; en realidad, la primera expresión de claro contagio es este “derecho a decidir” de Xavi.
Esto del derecho a decidirse parece la libertad del esclavo que en un momento determinado gana su autonomía, o la del joven que a determinada edad adquiere reponsabilidad civil. Ya está inventado, pero es como un derecho a re-decidirse. Una emancipación muy loca de la emancipación.
Lo del derecho a decidir salta por tanto al lenguaje de la gente normal y va a empezar a ser la risión y a causar estragos. Cómo estaremos para que los mayores creadores del lenguaje sean los políticos. Desde Millán Salcedo y Chiquito, aquí los finstros son de la clase política. Yo es que me voy de viaje y entre Millás y Junqueras como lectura lo tengo claro.
Lo blando de la expresión es lo del “derecho”. El surgimiento del derecho como una seta o un nenúfar. Más bien el nenúfar, que viene con sapo. Si se hablara claramente de la decisión que se toma, parecería más saludable que ese intermedio del derecho a decidir aunque no se decida. Se va a ir generando en nosotros una especie de holgura mental (pensar como viste Rappel) en la que todos son mónadas, partículas aisladas, infinitos absolutos. Que la vida social es una especie de reduplicarse de la libertad por la libertad. Por encima del contrato, de la jerarquía, de la composición o del orden del instante.
Ahora, tiene su gracia que el primer dret a decidir lo vaya a ejercer Xavi.
El otro día escuché al periodista Enric Juliana sostener la idea de que lo del derecho a decidir había empezado ya a extenderse por España a través del lenguaje. "Cataluña, avanzadilla de las Españas" y todo eso. Citaba, creo recordar, los argumentos de quienes desean votar al nuevo Rey o de las personas del Partido Socialista que reclaman apertura y votaciones a gogó. Pero yo creo que se equivocaba; en realidad, la primera expresión de claro contagio es este “derecho a decidir” de Xavi.
Esto del derecho a decidirse parece la libertad del esclavo que en un momento determinado gana su autonomía, o la del joven que a determinada edad adquiere reponsabilidad civil. Ya está inventado, pero es como un derecho a re-decidirse. Una emancipación muy loca de la emancipación.
Lo del derecho a decidir salta por tanto al lenguaje de la gente normal y va a empezar a ser la risión y a causar estragos. Cómo estaremos para que los mayores creadores del lenguaje sean los políticos. Desde Millán Salcedo y Chiquito, aquí los finstros son de la clase política. Yo es que me voy de viaje y entre Millás y Junqueras como lectura lo tengo claro.
Lo blando de la expresión es lo del “derecho”. El surgimiento del derecho como una seta o un nenúfar. Más bien el nenúfar, que viene con sapo. Si se hablara claramente de la decisión que se toma, parecería más saludable que ese intermedio del derecho a decidir aunque no se decida. Se va a ir generando en nosotros una especie de holgura mental (pensar como viste Rappel) en la que todos son mónadas, partículas aisladas, infinitos absolutos. Que la vida social es una especie de reduplicarse de la libertad por la libertad. Por encima del contrato, de la jerarquía, de la composición o del orden del instante.
Ahora, tiene su gracia que el primer dret a decidir lo vaya a ejercer Xavi.