viernes, 20 de septiembre de 2013

Señor Pérez



Villalobos con la navaja de Ockham
 
Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Quevedo, famosamente, al doctor don Juan Pérez de Montalbán, discípulo predilecto de Lope:
    
El Doctor tú te lo pones, / el Montalbán no lo tienes, / conque quitándote el don / vienes a quedar Juan Pérez.
    
De la deriva cultural de España habla el hecho de que hoy, y en el Congreso, Celia Villalobos haga de Quevedo, y de doctor don Juan Pérez de Montalbán, Alfredo Pérez Rubalcaba, doctorado en “foucherías” y discípulo predilecto de Cebrián, fénix de los ingenios para los académicos de la Española.

    A Rubalcaba se dirigió Villalobos con la fórmula “señor Pérez”, y el señor Pérez se revolvió como un hidalgo montañés atropellado por una tudanca avellana al ir a ordeñarla.
    
Usted se llama Pérez, yo qué culpa tengo –contestó nuestra Manolita Malasaña del desparpajo democrático.
    
Bernard Shaw, tan gritón como Villalobos y tan socialistón como Rubalcaba, para mostrar la inadecuación de los caracteres latinos para la lengua inglesa, ponía el ejemplo de su apellido:
    
Mi apellido –decía– debiera escribirse con un solo signo.
    
Que, sin saber inglés, es lo que ha hecho Villalobos con el pobre Rubalcaba, al abrirlo en canal con la navaja de Ockham para adecuarlo a la política dejándolo en ese “señor Pérez” que al viejo Rubalcaba se le hace que le están llamando lúser.

    Pérez el comunista y Pérez el socialista. Menuda pereza de izquierda, la de Madrid.

    –Me lo dijo Pérez, que estuvo en Mallorca / y vino encantado de todas las cosas que vio por allí.
    
¿Y éste señor Pérez es el que ahora quiere crear el puzzle de España?

    Camba tiene contado el episodio de la República sacando de la cama a Ortega para llevarlo en parihuelas al Congreso a explicar que los conceptos de autonomía y federalismo no son conceptos análogos, sino conceptos opuestos: “Para aquellos energúmenos era lo mismo ensamblar las piezas de un puzzle, a fin de formar un cuadro, que coger un cuadro y hacerlo añicos, al objeto de crear un puzzle.”

    Puzzles Pérez.