sábado, 10 de agosto de 2013

Sábado, 10 de agosto

AQUÍ NO SE ENGAÑA A NADIE

Además de apacible e inofensiva, la pesca con caña se ajusta a varias reglas caballerescas, la primera de las cuales estriba en el respeto a la parte contraria, no usar uno ventaja y concederle al otro todas las posibles, y un poquito más. Por lo pronto, no se pone cebo en el anzuelo, sino una fingida mosca; pues tampoco con este insecto hay que ser cruel; salvo por procedimientos científicos, como el “Flit”. Pero este concepto tan noble de la pesca no es exclusivo de los británicos, sino que tiene sus antecedentes en aquel aragonés que tampoco ponía cebo, y cuando un mirón le hizo notar: “Así no pescará ninguna trucha.” Él, como un sesudo “home de pro”, respondió: “Aquí no se engaña a ‘nadie’; la que quiera picar, que pique”.
LA CRUELDAD DE LAS CORRIDAS, 1961 / RAMÓN PÉREZ DE AYALA
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006

Ignacio Ruiz Quintano