jueves, 2 de mayo de 2013

Crónica. FCB, 0; Bayern, 3

Hughes
Abc

El Bayern, pese a su esplendor, no tiene mirada. Es un equipo sin mirada. Es demasiado bueno, pero no tiene la mirada. Y lo va a ganar todo, pero seguirá sin la mirada y eso que Heynckes tiene otro semblante al que tuvo en Madrid. Rojo como un turista (pensábamos que los alemanes estaban rojos porque eran turistas, pero no, Jupp está rojo también allí), al verle recordábamos los años mozos. Jupp es un damnificado del Madrid. Fue remontado cuando entrenaba al otro Borussia y luego contratado, ninguneado y despedido. Tuvo el pack completo de lo que ofrece el Madrid a un entrenador.

Uno no es nadie en Europa si no le remonta el Madrid a base de escupitajos, uyuyuys y ardor belicoso y también dispéptico de los locutores.

Pero Jupp no parece nadie porque los entrenadores también deben crearse imagen de marca, que no es el estilo, sino la aureola. A Heynckes el Madrid le pasó por encima como una crisis, pero es que verdaderamente, ese Madrid era siempre una crisis abierta.

El Bayern es un sistema simétrico y basculado de ayudas. El delantero y Ribery le hacían un escrache en banda a Alves. Parecen que se echan broncas por defender y funcionan mejor que un Mercadona de perfectos reponedores inmediatos.
 
¿Es triste ver a Villa? Pues pónganle el nombre de Raúl y déjenle cinco años más de titular en can Barça.

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